El Gobierno del Reino Unido ha anunciado este martes la suspensión de sus negociaciones comerciales con el Estado de Israel, como parte de una serie de medidas destinadas a aumentar la presión sobre el Gobierno de Benjamin Netanyahu por su ofensiva militar en Gaza.
La decisión ha sido acompañada por sanciones contra tres personas, dos organizaciones y tres comunidades vinculadas a los asentamientos colonos en Cisjordania.
Además, el Ejecutivo británico ha emitido una reprobación diplomática formal al embajador israelí en Londres. “Lo que está pasando en Gaza es injustificable”, ha declarado el ministro de Exteriores, David Lammy, durante una comparecencia ante la Cámara de los Comunes.
En ese mismo discurso, Lammy ha subrayado que “oponerse a la expansión de una guerra que ha causado miles de niños muertos no es premiar a Hamas”. El titular de Exteriores añade: “Creo que todo el Parlamento debe condenar con claridad la negación de comida a los niños hambrientos. Está mal. Es terrible”.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también se ha pronunciado públicamente y dice estar “horrorizado” por el reciente bloqueo de la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, si bien su Gobierno aprobó licencias por más de 127 millones de libras en equipos militares para los israelíes entre octubre y diciembre de 2024, superando el total emitido por los conservadores entre 2020 y 2023.
Las medidas se llegan tras una declaración conjunta firmada junto a los gobiernos de la República Francesa y Canadá, que califica el nivel de sufrimiento en Gaza como “intolerable” y pide “el cese inmediato de la ofensiva” y el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria, incluyendo la cooperación con Naciones Unidas.
El comunicado conjunto advierte que el bloqueo de la ayuda básica a la población civil palestina “se arriesga a violar el Derecho internacional humanitario” y condena el lenguaje utilizado por miembros del Gobierno israelí que han amenazado con la destrucción de Gaza.
Eso sí, los tres gobiernos reiteran su condena a la operación Inundación de Al Aqsa emprendida del 7 de octubre de 2023 por la Resistencia Palestina, pero señalan que “esta escalada es completamente desproporcionada”.
En paralelo, Londres ha impuesto sanciones a figuras como Daniella Weiss, una conocida sionista vinculada a los asentamientos, y ha congelado activos y restringido los viajes de los sancionados. “El Gobierno israelí tiene la responsabilidad de intervenir y parar estas acciones agresivas”, concluye Lammy.