Las autoridades españolas, francesas, italianas, portuguesas y de otros Estados miembros de la Unión Europea se limitaron este miércoles a convocar a los embajadores de Israel y a “exigir explicaciones” tras el ataque con fuego real perpetrado por el Ejército israelí contra una delegación diplomática internacional en Jenin, en Cisjordania (Palestina).
La comitiva, que incluía a representantes diplomáticos de 14 países de la UE, además de enviados de Reino Unido, Canadá, China, Japón y varios países árabes, estaba participando en una visita organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), cuando experimento un episodio que la población palestina sufre a diario bajo la ocupación israelí. No hubo heridos entre la comitiva, pero el Ministerio de la ANP difundió imágenes que muestran a soldados israelíes disparando en dirección al grupo.
El gobierno israelí reconoció los disparos, calificándolos de “advertencia” por un supuesto “desvío de la ruta aprobada”, y afirmó que las fuerzas responsables “fueron instruidas para contactar con los diplomáticos afectados”.
La reacción de la UE se ha centrado en una declaración de su alta representante para Exteriores, Kaja Kallas, quien afirmó que “cualquier amenaza contra la vida de diplomáticos es inaceptable”. Sin embargo, se limitó a pedir a Israel que “investigue este incidente y rindan cuentas los que son responsables”.
Los gobiernos de los países involucrados reiteraron esa línea. “Las amenazas contra los diplomáticos son inaceptables”, dijo en X el ministro italiano Antonio Tajani, mientras que el francés Jean Noël Barrot manifestó su “pleno apoyo” a los funcionarios desplazados.
A pesar de la gravedad del incidente, ningún gobierno europeo ha anunciado medidas diplomáticas, sanciones ni suspensiones de cooperación. Solo Irlanda ha reclamado suspender el acuerdo de asociación entre la UE e Israel, y Finlandia apoya “investigar sanciones a ministros israelíes” por su papel en Gaza.
La presidenta de Eslovenia, Nataša Pirc Musar, calificó la situación en un tono algo más duro ante el Parlamento Europeo: “Estamos siendo testigos de un genocidio en Cisjordania. Somos testigos, lo estamos viendo y nos quedamos callados”.
Mientras tanto, a nivel ejecutivo, la UE en su conjunto se ha limitado a declaraciones y gestos simbólicos, sin avanzar en decisiones concretas contra un Estado que dispara contra sus diplomáticos, una acción que quebranta las leyes internacionales y las normas básicas de la diplomacia. En cualquier otro contexto, una acción similar supondría una grave crisis internacional y posiblemente una ruptura unilateral de relaciones por parte del país afectado.