El último sondeo de Ipsos para La Vanguardia, realizado entre el 15 y el 21 de mayo sobre 2.000 entrevistas, confirma un vuelco en el mapa político del Estado español: la suma de Partido Popular y Vox alcanzaría una mayoría absoluta de casi 190 diputados, reforzada por el desplome de Sumar y la fragmentación de la izquierda a la izquierda del PSOE.
El Partido Popular subiría hasta los 145 escaños y Vox se mantendría en 43, ambos por encima de sus resultados de julio de 2023.
El PSOE, aunque mejora dos puntos respecto a noviembre y sumaría 128 escaños, se vería lastrado por la caída de sus socios a la izquierda: Sumar se quedaría con solo cinco diputados (frente a los 31 de hace dos años) y Podemos apenas lograría dos.
La encuesta indica que la división entre Sumar y Podemos reduce el espacio de la izquierda “alternativa” al 8,5% del voto (frente al 12,3% en 2023), lo que penaliza la conversión de votos en escaños.
El bloque de investidura seguiría perdiendo capacidad de influencia, mientras que la derecha se beneficiaría de una mayor fidelidad de sus votantes: más del 74% de los electores de PP y Vox repetirían papeleta, frente a menos del 70% en el PSOE y solo el 57% en Sumar. El sondeo también destaca el avance de la ultraderecha de Se Acabó La Fiesta, que rozaría el 2% de los votos.
En el espectro de los nacionalismos periféricos, Junts y ERC también perderían representación, mientras que PNV y BNG ganarían un escaño cada uno. La encuesta revela, además, una elevada intención de voto a Vox entre los menores de 35 años, situándose a solo un punto del PSOE y tres del PP en ese segmento.
Pese al avance de la derecha, la valoración del Gobierno de Pedro Sánchez mejora: el 36% de los ciudadanos aprueba su gestión (ocho puntos más que en noviembre), y la percepción de que el Estado español “va por buen camino” sube nueve puntos entre los encuestados, hasta el 32%. Sin embargo, la mayoría (57%) sigue teniendo una opinión negativa del Ejecutivo.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no logra convencer: el 60% cree que gobernaría igual de mal o peor que Sánchez, y su nivel de aprobación es bajo incluso entre sus propios votantes y especialmente entre las mujeres.
El sondeo también apunta a un cambio en las preocupaciones sociales: la política institucional deja de ser el principal problema (baja 20 puntos desde noviembre), y la vivienda y el coste de la vida cobran protagonismo, especialmente entre los votantes de izquierda.
La encuesta, con un margen de error de ±2,2 puntos y cuyos microdatos estarán disponibles en la web de La Vanguardia, ofrece una instantánea de un escenario político muy polarizado y abierto a cambios en los más de dos años que quedan hasta las próximas elecciones generales.