SpaceX, propiedad del oligarca Elon Musk, lanzó este martes el noveno vuelo de prueba de su cohete Starship, el mayor y más potente jamás construido por la compañía, desde su base en el sur de Texas.
La misión, considerada crítica tras dos explosiones en los intentos anteriores, marca la primera vez que la compañía reutilizaba un propulsor Super Heavy, un hito en su objetivo de desarrollar un sistema completamente reutilizable para viajes espaciales de gran escala.
Según reportes de Bloomberg, el despegue se produjo a las 18:36 hora local, con más de un millón de personas siguiendo la transmisión en directo.
Tras la separación, el Super Heavy realizó una maniobra para caer en el Golfo de México, pero explotó antes de completar el descenso, algo que SpaceX calificó como “parte de los riesgos previstos para esta fase experimental”.
El objetivo principal era que la nave Starship desplegara simuladores de satélites en el espacio, imitando futuras misiones de despliegue de la red Starlink.
Sin embargo, unos 35 minutos después del lanzamiento, SpaceX confirmó la pérdida de control de la nave: la Starship comenzó a girar sin control debido a un fallo en el sistema de actitud, lo que impidió un reingreso controlado y forzó su destrucción en la atmósfera.
El vuelo, aunque no logró todos sus objetivos, habría superado las marcas de los dos intentos anteriores, en los que la nave explotó poco después del despegue.
SpaceX ha señalado que “cada prueba aporta datos valiosos para mejorar la fiabilidad del sistema”, clave para los planes de Elon Musk de “llevar humanos a Marte” y para los contratos con la NASA para futuras misiones lunares.
Debido al incidente aeoroespacial, la Administración Federal de Aviación (FAA) amplió las zonas de exclusión aérea y marítima tras los incidentes recientes, y mantiene una estricta supervisión sobre el programa tras los problemas de escombros y seguridad registrados en vuelos anteriores.
Musk, que se dirigirá al personal de SpaceX tras el lanzamiento, mantiene su ambicioso calendario de “enviar una Starship a Marte con robots en 2026”, pese a los desafíos técnicos y los retrasos acumulados.