La UE aprueba un fondo de 150.000 millones de euros en préstamos para compras conjuntas de armas

El instrumento SAFE financiará adquisiciones de armamento mediante créditos reembolsables, con el objetivo de fortalecer la industria militar europea.

Imagen de archivo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en una entrega medallas a soldados alemanes cuando era ministra de Defensa de Alemania, durante su visita al Campamento Marmal en Mazar-i-Sharif, Afganistán, el 18 de diciembre de 2018.
Foto: VCG

La Unión Europea ha aprobado el reglamento del instrumento SAFE (Support for Ammunition, Future Equipment), que permitirá movilizar hasta 150.000 millones de euros en préstamos reembolsables para compras conjuntas de material militar entre los Estados miembros.

El acuerdo, respaldado por 26 de los 27 países de la UE, con la abstención de Hungría, busca “reforzar la base tecnológica e industrial de defensa europea” y “garantizar la disponibilidad de capacidades militares esenciales para responder a los desafíos actuales y futuros”, según el Consejo de la Unión Europea.

SAFE funcionará mediante la emisión de deuda conjunta respaldada por la UE, que se transferirá a los países en forma de créditos para financiar adquisiciones conjuntas de armamento, misiles, sistemas de defensa aérea, drones y otros equipos estratégicos.

Para acceder a estos préstamos, los Estados miembros deberán presentar planes estatales y realizar compras conjuntas con al menos otro país.

Además, al menos el 65% del precio del material adquirido debe fabricarse en la UE, Ucrania o el Espacio Económico Europeo, mientras que el 35% restante podrá proceder de terceros países, con ciertas restricciones para garantizar lo que denominan como “la seguridad europea”.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha declarado: “En tiempos excepcionales se requieren medidas excepcionales. Europa debe asumir una mayor responsabilidad en lo que se refiere a su propia seguridad y defensa. Con SAFE, no solo estamos invirtiendo en capacidades de vanguardia para nuestra Unión, para Ucrania y para todo el continente, también estamos reforzando la base tecnológica e industrial de la defensa europea”.

Este programa responde a la creciente preocupación en Bruselas por las percibidas “amenazas rusas y bielorrusas”, así como a la incertidumbre sobre el compromiso de Estados Unidos con la “seguridad europea”.

Los Estados miembros tienen ahora seis meses para presentar sus planes preliminares, que serán evaluados por la Comisión antes de la distribución de los fondos.