El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, expresó este domingo en Rabat el respaldo de su gobierno al “plan de autonomía” presentado por el Reino de Marruecos en 2007 como “solución al conflicto del Sáhara Occidental”.
En un comunicado conjunto firmado con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, y recogido por la agencia oficial MAP, Lammy señaló que su país considera dicha propuesta como “la base más creíble, viable y pragmática para un arreglo duradero del contencioso”. Según el texto, Reino Unido continuará actuando “a nivel bilateral, regional e internacional” conforme a esta posición.
El comunicado añade que el Reino Unido “sigue de cerca la dinámica positiva actual emprendida en este sentido bajo el liderazgo de Su Majestad el rey Mohamed VI” y reconoce “la importancia de la cuestión del Sáhara” para Marruecos.
Además, la agencia británica UK Export Finance contempla respaldar proyectos económicos en el Sáhara ocupado en el marco de un paquete de financiación de hasta 5.000 millones de libras.
Londres también subraya que el reino alauí representa una “puerta de entrada esencial para el desarrollo socioeconómico de África” y destaca su intención de intensificar la cooperación bilateral en ámbitos como “comercio, seguridad, clima, energía o derechos humanos”.
Ambos países reafirmaron su “pleno apoyo” al proceso liderado por Naciones Unidas y al trabajo del enviado personal del secretario general, Staffan de Mistura.
El comunicado recuerda que Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU y que comparte la visión de Marruecos sobre la “urgente necesidad de encontrar una solución al conflicto”.
La antigua colonia española fue ocupada por Marruecos en 1975, lo que desencadenó una guerra con el Frente Polisario hasta la firma de un alto el fuego en 1991. El referéndum de autodeterminación pactado con la ONU sigue sin convocarse debido a desacuerdos sobre el censo, la falta de interés del Estado marroquí.
Anteriormente, el apoyo de las potencias occidentales al ocupante era tácito. Ahora, sin embargo, Washington, París y Madrid también han respaldado abiertamente el plan marroquí, lo que el Frente Polisario ha calificado de “traición”, recordando que el Estado español sigue siendo, de iure, la potencia administradora del territorio.