Decenas de barrios obreros en Sevilla, Granada y Almería afrontan otro verano récord de calor con cortes de luz diarios, una situación que afecta a más de 100.000 personas solo en la capital andaluza. Las temperaturas, que superan los 40 grados, han provocado ya la muerte de dos personas en la comunidad, mientras que miles de familias quedan desprotegidas ante la imposibilidad de refrigerar sus hogares. “Nuestras casas son hornos”, resume ante El Salto Laura Cárdenas, portavoz de la plataforma Barrios Hartos, que denuncia la falta de mantenimiento en las redes eléctricas y el incumplimiento de los compromisos municipales para paliar la crisis.
La situación es especialmente grave en barrios como Palmete, Torreblanca, El Cerezo o Parque Alcosa en Sevilla, La Chanca y Pescadería en Almería, así como la zona norte de Granada, donde los cortes llegan a durar días. Los vecinos relatan cómo la falta de suministro afecta a la salud, la alimentación y la vida cotidiana de los residentes, obligando a buscar refugio en centros públicos o incluso a ocupar espacios institucionales para exigir soluciones. Las asociaciones vecinales y plataformas denuncian que las administraciones incumplen los acuerdos de diálogo y que la compañía eléctrica Endesa no realiza las inversiones necesarias, a pesar de obtener beneficios millonarios.
La respuesta institucional y empresarial se limita a justificar los apagones por supuestos “enganches ilegales”, una explicación que los colectivos sociales consideran una maniobra para criminalizar a los barrios obreros. Mientras tanto, la situación se agrava año tras año, sin cambios estructurales que garanticen el derecho básico al suministro eléctrico en plena emergencia climática que ya se ha cobrado varias vidas. Las movilizaciones y las denuncias públicas continúan, exigiendo soluciones urgentes y el fin del abandono institucional.