El Gobierno español supera el pleno sobre Cerdán y mantiene el apoyo de sus socios

Ninguno de los aliados clave exige la dimisión de Sánchez ni un adelanto electoral, aunque el PNV y Junts advierten sobre la fragilidad del apoyo y Sumar, junto al resto de socios, opta por mantener la estabilidad del Ejecutivo.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en la sesión plenaria del Congreso de los Diputados, 9 de julio de 2025.
Foto: Congreso.es

El Gobierno de Pedro Sánchez ha superado el pleno monográfico sobre el caso Cerdán sin que ninguno de sus socios parlamentarios haya dado un paso que ponga en peligro la legislatura. Tras semanas de incertidumbre y presión política, tanto desde la oposición como desde los propios aliados, la posición objetiva de los socios de investidura ha sido decisiva: con unos gestos u otros, todos mantienen el respaldo al Ejecutivo, permitiendo su continuidad.

El PNV, aunque crítico y advirtiendo que la confianza “va camino de la UCI”, ha optado por no retirar su apoyo ni exigir una cuestión de confianza o elecciones anticipadas. Esta postura, aunque tensa, garantiza la aritmética parlamentaria necesaria para que el Gobierno siga adelante. Por su parte, Sumar ha reafirmado su respaldo, considerando que, a pesar de las “diferencias” y de la “insatisfacción” con la gestión de los últimos escándalos, “no existen motivos suficientes” para romper con el Ejecutivo en este momento.

El resto de formaciones que sostienen al Gobierno, incluidos los partidos soberanistas y regionalistas, han mantenido una actitud similar: “críticas” y “advertencias”, pero sin pasar a la acción que podría desestabilizar la legislatura. De este modo, la decisión de los socios de no exigir la dimisión de Sánchez ni un adelanto electoral se traduce en un claro mensaje de continuidad institucional, más allá de los gestos o matices expresados en sus intervenciones.

El escenario tras el pleno evidencia que, pese a la erosión política y las tensiones internas, la legislatura sigue en pie y el PSOE aguanta por la decisión explícita de los aliados de mantener el apoyo parlamentario en medio de la tempestad. La estabilidad del Gobierno depende ahora de que esta posición se mantenga en el tiempo, en un contexto de vigilancia y exigencia creciente por parte de sus propios socios.

Sin embargo, la situación podría evolucionar si se destapan más casos de corrupción que salpiquen al Gobierno o a la financiación del PSOE. Por el momento, Sánchez pide confianza en su palabra: “Soy un político limpio”.