El 55% de la población del Estado español considera que la sociedad está “rota” y el 57% la percibe en “declive”, según el informe sobre populismo publicado por Ipsos este julio. El estudio, basado en una muestra de un millar de personas, señala que este pesimismo está “fuertemente politizado”: entre los simpatizantes de Vox, el 84% cree que “el país está roto” y el 81% en “declive”, frente a solo el 37% y el 38% respectivamente entre votantes del PSOE. En otras potencias europeas, como el Estado francés o Italia, la percepción de fractura social es más transversal y menos asociada a un partido concreto.
El informe destaca que el 72% de los encuestados en el Estado español considera que “los políticos no se preocupan por la ciudadanía”, una cifra que ha aumentado ocho puntos desde 2023. Además, seis de cada diez creen que la economía está “trucada” para favorecer a las personas con mayor renta. La brecha entre “élite” y “ciudadanía” es percibida por el 74% de los habitantes, y el 68% opina que los expertos “no entienden la realidad social”. Pese a estos datos, el índice de ruptura social de Ipsos sitúa al Estado español en 60 puntos, por debajo de países como Reino Unido, Hungría, el Estado francés o Italia.
La encuesta también muestra que, aunque existe cierto consenso en “la necesidad de invertir más en servicios públicos”, más de la mitad de la población rechaza una subida de impuestos. Por ideología, los votantes de derechas y especialmente de Vox (73%) son los más contrarios a aumentar la presión fiscal, mientras que los de izquierdas priorizan el gasto en sanidad y educación. En cuanto a inmigración, el Estado español mantiene niveles de tolerancia relativamente más altos que otros países europeos, aunque el rechazo es mayoritario entre los votantes de Vox (71%).