Perfil del autor del delito de odio: varones de nacionalidad española entre 26 y 40 años

El racismo es la principal causa de los delitos de odio, cometidos mayoritariamente por hombres españoles contra hombres racializados que también tienen la nacionalidad española.

Imagen de archivo de una manifestación de La Falange contra la inmigración en Madrid.
Foto: N/D

Los datos del informe anual publicado por el Ministerio del Interior del Gobierno español confirman que la inmensa mayoría de los delitos de odio en el estado los cometen hombres españoles de entre 26 y 40 años. Según el balance de 2024, las fuerzas policiales investigaron 1.955 infracciones penales e incidentes de odio.

La tipología de delito odio más habitual sigue siendo el racismo, que sumaba 804 hechos, seguidos por los delitos motivados por orientación sexual e identidad de género (526), con la discriminación por sexo/género en tercer lugar. De los datos se desprende que el 81,88% de quienes cometen estos actos son hombres y sólo el 18,12% mujeres. El grupo de edad más frecuente es el de 26 a 40 años (28,18%), seguido de cerca por el de 18 a 25 (19,78%), aunque este último ha crecido.

En lo que se refiere al origen, el 75,5% de los autores tienen la nacionalidad española y el 24,4% son extranjeros. Entre las víctimas, la mayoría también son hombres (59,9%) y personas de nacionalidad española (60,1%), aunque los migrantes marroquíes (8,8%) y colombianos (5,3%) encabezan el listado entre los extranjeros afectados. Esto sugiere que la mayoría de ataques racistas registrados se efectúan contra personas racializadas con nacionalidad española.

Las lesiones, amenazas y promoción al odio son los hechos más frecuentes. Además, el informe advierte que, aunque la mayoría de indicadores caen, los delitos relacionados con el antijudaísmo y la aporofobia (odio a los pobres) han aumentado notablemente, mientras bajan los asociados a ideología y antigitanismo.

En el entorno digital, los incidentes de odio descendieron levemente, pero repuntaron de forma significativa en antijudaísmo, racismo y discriminación LGTBI, remarcando la persistencia y adaptación de estas conductas a la interacción social online. Euskal Herria y Ceuta-Melilla son los territorios con mayor tasa de delitos de odio por cada 100.000 habitantes.