El Reino Unido y Alemania firmaron este jueves 17 de julio en Londres el Tratado de Kensington, el mayor acuerdo bilateral militar entre ambos países desde 1945. El documento fue firmado por el primer ministro británico, Keir Starmer, y el canciller alemán, Friedrich Merz, en un acto celebrado en el museo Victoria & Albert. El tratado recoge un compromiso expreso de asistencia mutua “incluso con medios militares” en caso de ataque armado, y declara que “no existe amenaza estratégica para uno que no lo sea para el otro”. Ambos líderes calificaron el pacto de “histórico” y coincidieron en que abre “una nueva era” en la relación bilateral tras el Brexit.
El tratado desarrolla aspectos incluidos en el Acuerdo de Trinity House (firmado en octubre de 2024), como el desarrollo de armamento conjunto —incluido un sistema de ataque de precisión de largo alcance— y la colaboración en programas como el de los vehículos blindados BOXER. También recoge una estrecha coordinación en materia de exportaciones militares, materia nuclear y “respuesta a amenazas híbridas”, además de consolidar el compromiso de los dos países con la OTAN frente a la “creciente competencia estratégica”. Como complemento, este acuerdo de “seguridad” incluye la “cooperación migratoria”: Berlín se ha comprometido a cambiar su legislación para “frenar el envío ilegal de embarcaciones a través del Canal de la Mancha”, una prioridad del gobierno laborista británico.
Más allá de las cuestiones militares directas y de vigilancia, el Tratado de Kensington incluye 17 proyectos concretos que abarcan desde la movilidad juvenil y universitaria hasta el desarrollo de nuevas infraestructuras energéticas. Starmer lo describió como “un plan de trabajo práctico”, y Merz destacó que “dará forma a la relación bilateral en las próximas décadas”.
La firma se produce tras la reciente visita de Estado de Emmanuel Macron a Londres, en la que el Estado francés y el Reino Unido pactaron mayor coordinación en materia nuclear. El canciller alemán recibirá la próxima semana al presidente francés en Berlín, en lo que los tres gobiernos presentan como una convergencia creciente del E3 (Reino Unido, Estado francés Francia y Alemania) en política exterior, cuestiones militares y migración, las tres mayores preocupaciones de la agenda de los dirigentes europeos de la época.