La justicia española le arrebata su hijo menor a Juana Rivas

Daniel ha sido entregado discretamente a su progenitor, investigado por maltrato y descrito como un siniestro maltratador por su propio hijo mayor.

Francesco Arcuri, progenitor de Daniel, titular de la custodia exclusiva del menor e investigado por maltrato.
Foto: N/D

Juana Rivas y Francesco Arcuri han acudido este viernes al Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada para la entrega del hijo menor, Daniel, bajo estrictas medidas de discrección judicial. El encuentro, separado por media hora entre las llegadas de ambos progenitores y restringido al acceso directo al garaje, ha contrastado con el intento fallido de días anteriores marcado por la presencia masiva de medios y la oposición abierta del niño. La entrega se produce en un contexto de fuerte conflicto familiar y judicial, donde ha habido múltiples acusaciones cruzadas y una investigación abierta contra Juana Rivas por presunta “sustracción”, mientras Arcuri es investigado en Italia como presunto maltratador.

Una voz destacada en este proceso ha sido la de Gabriel, hermano mayor del menor, quien expresó públicamente sus preocupaciones sobre la figura paterna. Gabriel describió a Francesco Arcuri como “una persona que genera miedo” en su hermano pequeño, señalando que esta percepción ha influido en la resistencia de Daniel a regresar con su padre. Estas declaraciones ponen en relieve la gravedad del caso y el impacto en la infancia detrás de la disputa judicial provocada por la insistencia del padre en mantener la custodia.

El juez ha ratificado la custodia exclusiva de Arcuri, otorgada por tribunales italianos, lo que ha llevado a que el menor deba regresar a Carloforte, Italia. Amnistía Internacional ha manifestado preocupación por el retorno del niño, mientras el Tribunal Constitucional español rechazó medidas cautelares que suspendieran la entrega. En este escenario, la familia vive un momento crítico por temores expresados por quienes rodean al menor, el propio menor y gran parte de la sociedad.

La justicia italiana ratificó la decisión de entregarle la custodia exclusiva a Arcuri en febrero de este año, considerando que hasta la fecha “no existían motivos suficientes para retirar la custodia al padre”. Aunque Rivas ha presentado numerosas denuncias por malos tratos contra Arcuri, ninguna de ellas ha prosperado hasta ahora, salvo una en la que la Fiscalía de Cagliari reconoció indicios de delito, lo que provocó que Arcuri se siente en el banquillo de los acusados por estos hechos en un juicio previsto para septiembre de 2025.

A pesar de ello, la justicia italiana sigue considerando que Rivas “ha manipulado a sus hijos contra su padre”, apoyándose en el concepto de “síndrome de alienación parental” (SAP), una figura jurídica que se encuentra en desuso en el Estado español, y de hecho está previsto prohibirla. Con esta base jurídica en Italia, el juez determina que Arcuri “está capacitado para hacerse cargo de Daniel”, mientras que descarta que Juana sea capaz de ello. La decisión de la custodia que toma la justicia italiana ha sido respaldada por la justicia española, que ha cumplido con la entrega del menor pese a los recursos y alegaciones de peligro presentadas por la madre y su entorno, amparada además en el “principio de confianza” entre Estados miembros de la Unión Europea.