Las federaciones juveniles que han roto con el Mouvement Jeunes Communistes de France (MJCF) en Loira, Norte, Bocas del Ródano, Alpes Marítimos e Isla de Francia han emitido una declaración conjunta en la que anuncian el inicio de un proceso de fusión y reconstrucción de una nueva organización juvenil estatal “comunista, revolucionaria, de clase y de masas”, bajo el nombre Jeunesse Communiste.
Tras años de lucha interna dentro del autodenominado Partido Comunista Francés (PCF) y su brazo juvenil MJCF, todas estas federaciones coinciden en que ambas secciones han perdido su naturaleza revolucionaria “de forma irreversible”, adoptando líneas políticas “ideológicamente conformistas y desalentando el debate democrático”.
El comunicado conjunto destaca que “los últimos congresos del MJCF ilustran una línea marcada por la confusión política y el cierre sistemático al debate”, señalando que estas dinámicas han derivado en “purgas políticas, presiones y la marginación o liquidación de varias federaciones disidentes”, que acabaron siendo excluidas de los congresos estatales. Estas prácticas reflejan, según las federaciones, “una voluntad clara de imponer un centralismo sin democracia real” por parte de las direcciones sucesivas del MJCF.
En paralelo, el PCF habría atravesado un proceso de “degeneración irreversible”, pasando de ser “el estado mayor histórico del proletariado a un proyecto socialdemócrata compatible con el mantenimiento del capitalismo”. Los jóvenes comunistas apuntan a que esta mutación “ha bloqueado todas las intentonas de retornar a una línea comunista seria”, situación que repercute directamente en el MJCF, que permanece “subordinado y limitado por estos mismos intereses políticos”.

Movimientos de masas, fragmentados
Sin embargo, las federaciones firmantes enfatizan que “a pesar de esta crisis institucional existe una urgencia ineludible de organizar a la juventud trabajadora de Francia”. Señalan el potencial de los movimientos sociales recientes, como la movilización por la reforma de las pensiones, las revueltas antirracistas tras el asesinato policial de Nahel o la solidaridad con Palestina, que muestran “una juventud combativa y resistente pese a la represión policial, el desempleo y la precariedad”. Pero advierten que estas luchas “permanecen fragmentadas y espontáneas”, mientras las organizaciones tradicionales de juventud progresista “han abandonado a la juventud obrera, especialmente a la de origen inmigrante, condenándola a la vulnerabilidad laboral y represiva sin una organización que conecte con el movimiento obrero organizado ni impulse luchas amplias”. Por ello, plantean la necesidad de “una organización nacional que pueda estructurar y articular estas luchas, proporcionando una perspectiva política clara”.
Llamado a reconstruir la organización comunista
El proyecto de reconstrucción que proponen se fundamenta en “una base político-ideológica marxista-leninista, anticolonial, antiimperialista, feminista, ecologista y antirracista”. Además, asumen que esta organización juvenil “no puede existir de forma aislada”, sino que debe “facilitar y acelerar la reconstrucción del Partido Comunista Francés”, que consideran “imprescindible” para la clase trabajadora.
Por ello, invitan a todas las fuerzas que se reclaman del marxismo-leninismo, “sin sectarismos ni confusiones políticas”, a unirse en la construcción del nuevo partido y de la organización juvenil que acompañe esta tarea histórica. También extienden la mano a militantes que hayan tomado otros caminos, para avanzar en “la unidad de acción con revolucionarios y progresistas sinceros”, respetando las diferencias.
Estas federaciones disidentes llaman a “superar las lógicas burocráticas y arcaicas de los aparatos actuales”, y a construir “una organización nueva, moderna y capaz de enfrentar los desafíos históricos que presenta la lucha de clases en Francia y el mundo”. Su llamado es también directo a todos los jóvenes, trabajadores, estudiantes y liceístas, incitándolos a organizar su lucha con esta nueva herramienta política. “Para la revolución y el socialismo: organiza tu rabia,” concluyen.





