Rusia acuerda una alianza estratégica con la nueva Siria y pide el fin de las sanciones

Moscú y Damasco destacan la cooperación bilateral enfocada en la “reconstrucción de Siria”, “la seguridad mutua” y “la estabilidad regional”, apuntando al fin de las sanciones y el cese de ataques israelíes.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y su homólogo sirio Asad Hasán al Shibani, estrechan sus manos tras conversaciones en Moscú.
Foto: Sergei Bulkin/TASS

En una rueda de prensa conjunta luego de su encuentro en Moscú (Federación Rusa), el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, expresó la disposición de su país para “apoyar la reconstrucción de Siria” bajo el régimen de Hayat Tahrir Al-Sham tras años de conflicto. Según recoge la agencia rusa TASS, Lavrov subrayó que “las sanciones contra Damasco deben ser canceladas de una vez por todas, ya que perjudican al pueblo sirio y no a las figuras políticas contra las que se impusieron”.

Además, agradeció al nuevo gobierno sirio, heredero directo de una filial de Al Qaeda, por “garantizar la seguridad de ciudadanos e instalaciones rusas” en el país árabe y destacó “la amistad de Damasco con Moscú tanto en el ámbito regional como internacional”. El canciller ruso también manifestó interés en que “todos los grupos étnicos y religiosos de Siria participen en las próximas elecciones parlamentarias que se celebrarán en septiembre”.

Por su parte, el canciller sirio, Asad Hasán al Shibani, calificó las relaciones bilaterales como encaminadas “en una dirección muy positiva” y valoró la postura de Rusia frente a los ataques israelíes que “dificultan la normalización en Siria”. Reiteró que “Siria no tiene ninguna intención agresiva hacia el Estado hebreo” y que la prioridad de Damasco es “la estabilidad”. Al Shibani enfatizó que la cooperación se basará en “el respeto de las leyes” y “no en dinámicas pasadas”, apuntando a un nuevo capítulo en la vinculación entre el salafismo sirio y Rusia.

El encuentro refuerza la alianza ruso-siria marcada por décadas de colaboración militar y diplomática con los Al Assad, y en la actualidad se enfoca en “la reconstrucción del país”, devastado por la guerra, la superación de sanciones internacionales y la búsqueda de alianzas regionales en un contexto de persistentes tensiones geopolíticas.