Descubren a “Momo”: un agente infiltrado de la DGSI en movimientos sociales y políticos franceses
Delató a múltiples militantes y espacios de lucha en París y alrededores desde 2022 a cambio de beneficios administrativos y económicos.

Recientes descubrimientos han sacado a la luz la existencia de un agente infiltrado de la policía francesa en movimientos sociales, activo desde marzo de 2022 y conocido por varios alias como “Momo”, “Molo”, “Zer0” o “Molooo”. Según un informe de la comunidad militante, este informante se había ganado la confianza política de varios grupos y miembros a través de una participación activa y constante en numerosas movilizaciones callejeras, espacios políticos y acciones directas. Su perfil es el de un joven con facilidad social, aspecto corriente (1,70 m, cabello castaño rizado y barba), que pasó desapercibido gracias a su dedicación y compromiso aparente con las luchas sociales, según recoge el blog 2025indicparis.noblogs.org.
Fue descubierto tras el acceso a conversaciones con al menos cinco policías, detallando sus contactos en Telegram, Signal y WhatsApp. Según han sabido, el agente fue forzado a colaborar a partir de una detención en la que se le mostraron vídeos incriminatorios en manifestaciones. Los agentes le prometieron la regularización de su situación migratoria y otros beneficios a cambio de la información facilitada, que incluía datos sobre personas, ubicaciones, identidades, planes de acción y actividades diversas en movimientos ecologistas, antifascistas, antirracistas y de solidaridad internacional, especialmente en el área de París y sus suburbios. Su trabajo consistía en desbrozar terrenos para los cuerpos represivos y filtrar datos clave, algunos probablemente aún desconocidos para el público.
El informe alerta sobre la extensión de esta infiltración, señalando que participó en movimientos sociales de 2023 hasta los más recientes en 2025, incluyendo manifestaciones en defensa de Palestina, contra la reforma de pensiones, acciones por medio ambiente y resistencias locales en distintas regiones.
Militantes advierten sobre la necesidad urgente de medidas para proteger los espacios de lucha, evitar la paranoia y reforzar la seguridad prestando atención a lo que se dice y a quién se confía la información. Esta revelación supone un golpe a la confianza dentro de los movimientos sociales y políticos parisinos, así como un llamado a la cautela ante nuevas infiltraciones.