“No pasarán”: las protestas propalestinas logran la suspensión de la Vuelta en Madrid
Bloqueos masivos, cargas policiales y la movilización social contra la presencia israelí en la prueba dejan una histórica etapa final sin recorrido, sin podio y sin ceremonial en Cibeles.

La Vuelta a España 2025 vivió en Madrid una jornada histórica que volvió a convertir a Palestina en protagonista de la competición: la etapa final fue suspendida y neutralizada por el bloqueo masivo de más de 100.000 manifestantes propalestinos que invadieron el recorrido, en rechazo al genocidio en Gaza y la participación del equipo Israel-Premier Tech.
Según la Delegación del Gobierno, el dispositivo policial incluyó 1.500 agentes, uno de los mayores despliegues policiales de la historia de Madrid. En la zona de Atocha, la Policía Nacional española incluso desplegó tanquetas. Sin embargo, el dispositivo no logró evitar el colapso: la carrera quedó paralizada en el km 57, muy lejos de la meta en Cibeles, y la organización tuvo que cancelar todos los actos previstos ante la imposibilidad de garantizar la seguridad y la movilidad del pelotón.
El corte inicial llegó en los Jardines del Moro, junto al Palacio Real, donde una decena de manifestantes cortaron la calzada con una pancarta que rezaba "Abajo del Estado de Israel", y a continuación se registraron enfrentamientos puntuales. Poco después, el grueso de la manifestación avanzó por la Gran Vía hacia Callao, derribando vallas, lanzando botellas y botes de humo con los colores de la bandera palestina. La Policía respondió con cargas, pelotas de goma y detenciones de al menos dos manifestantes fueron arrestados en los sucesos más tensos registrados cerca de Atocha, Paseo del Prado y la propia zona de meta, según RTVE y El País.









Los ciclistas, sin margen para seguir avanzando, se vieron obligados a abandonar la carrera y fueron evacuados por los coches de equipo a través de rutas alternativas, ante el riesgo para su integridad física y el colapso de la ciudad. El tradicional “paseo triunfal” de campeones por Cibeles y el acto del podio fueron directamente suspendidos.
El ambiente de la protesta estuvo lleno de pancartas como “Boicot Israel Genocidio No” y gritos de “No pasarán”, “Palestina libre” y “Esta vuelta la gana Palestina”. Testigos presenciales declaran que la sensación en la cabecera era de “orgullo y victoria”, mientras la manifestación se dispersaba poco a poco entre aplausos tras confirmarse la cancelación definitiva de la prueba, aunque miles de personas permanecieron en el lugar hasta el anochecer.
La reacción política no se hizo esperar: el presidente Pedro Sánchez, cuyo Ministerio del Interior había mandado tanquetas y cuyos agentes reprimieron y detuvieron a varias personas, se vio obligado a expresar públicamente expresó “admiración por la movilización ciudadana por causas justas como Palestina”. Mientras el ministro de Exteriores israelí Gideon Saar, criticó duramente las palabras del mandatario español, calificándolas de “vergüenza”, en la línea del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Podemos y otras formaciones de izquierdas que conforman el bloque de investidura del Gobierno español celebraron la suspensión como “una victoria histórica” y el boicot social ante el lavado de cara que suponía la presencia israelí en la prueba ciclista.









La jornada terminó con los manifestantes ocupando la Gran Vía y Callao, rodeados por los últimos cordones policiales, mientras Vingegaard era proclamado campeón de la edición en una ceremonia improvisada y privada en un hotel del norte de Madrid.


La televisión relató minuto a minuto la invasión del recorrido, el despliegue policial, los incidentes y el impacto social y político de una Vuelta detenida por el movimiento de protesta más multitudinario en la historia reciente del deporte en el Estado español.