Decenas de trabajadores en los Estados Unidos de América, incluyendo periodistas, profesores, bomberos y agentes federales, han sido despedidos en los últimos días tras realizar comentarios considerados "inapropiados" sobre el disparo mortal que acabó con la vida del fascista Charlie Kirk. Entre los casos más destacados se encuentra el del analista político Matthew Dowd, desvinculado de la cadena MSNBC por simplemente sugerir en televisión que la muerte de Kirk "podría estar relacionado con su discurso polarizador".

El fenómeno también se ha extendido a empresas privadas y organizaciones deportivas. La NFL y la aerolínea Delta anunciaron la suspensión o cese de empleados por publicaciones en redes sociales que se burlaban de la muerte de Kirk. En el ámbito educativo, un maestro de Florida fue suspendido por un mero comentario en redes sobre declaraciones previas de Kirk relacionadas con la Segunda Enmienda y el derecho a portar armas, donde asumía que la posibilidad de morir por arma de fuego era un riesgo a asumir. Asimismo, una bombera de Nueva Orleans está siendo investigada por un mensaje similar, y la editorial DC Comics canceló la serie de cómics Red Hood tras comentarios de la autora Gretchen Felker-Martin.

Adicionalmente, el gobierno estadounidense ha tomado medidas para ampliar el control sobre comentarios en redes internacionales. El subsecretario de Estado, Christopher Landau, solicitó a través de X que se le reporten "mensajes de extranjeros que se burlen o glorifiquen la muerte de Kirk", indicando que estas personas podrían enfrentar la revocación de sus visas, del mismo modo que quienes critiquen al Estado sionista.

Todas estas acciones muestran un enfoque coordinado entre organismos públicos y privados para abordar el impacto mediático y social de la muerte de Kirk.