El Ministerio de Exteriores de Israel ha calificado públicamente la llamada Global Sumud Flotilla que navega hacia Gaza como una operación “abiertamente respaldada por Hamas”, advirtiendo que “no es humanitaria” sino que sirve a la “agenda yihadista” de la organización palestina. En su declaración, el ministerio citó palabras de portavoces de Hamas que instan a “movilizar todos los medios para apoyar la Flotilla por la Firmeza Global rumbo a Gaza”.

La flotilla, compuesta por 40-50 de barcos y cientos de activistas de todo el mundo, aspira a romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel desde 2007 y entregar ayuda humanitaria a la población gazatí, que enfrenta condiciones extremas de hambre y escasez en medio del genocidio. Organizaciones promotoras y varios gobiernos internacionales insisten en el carácter humanitario de la misión, mientras la declaración israelí aumenta la presión diplomática sobre los implicados y genera dudas sobre las posibilidades de un ataque violento israelí.

En años previos, la entidad sionista ha interceptado y bloqueado varios convoyes marítimos dirigidos a Gaza, justificando que el objetivo del bloqueo es "impedir el suministro de armas a Hamas y otros grupos armados". Sin embargo, organismos de derechos humanos, Naciones Unidas y numerosas voces en la sociedad civil europea y latinoamericana señalan que el asedio vulnera el derecho internacional y provoca una crisis humanitaria sin precedentes en la Franja.

Actualmente, mientras el gobierno israelí denuncia el supuesto carácter “terrorista” de la flotilla, los barcos permanecen bajo vigilancia militar y los activistas advierten de posibles intentos de interceptación en aguas internacionales, apelando al respeto al derecho marítimo y la protección internacional para garantizar la llegada de ayuda a Gaza.