Huelga general por Palestina paraliza Italia: "Bloqueemos todo"
Histórica jornada de movilizaciones detiene puertos, transportes y colegios en más de 80 ciudades, con disturbios en Milán y Bolonia.

Este lunes 22 de septiembre, Italia fue testigo de una huelga general convocada por la Unione Sindicale di Base (USB) y otros sindicatos minoritarios que paralizó sectores estratégicos del país, incluyendo puertos, transporte público, educación, sanidad y logística. El objetivo del paro era claro: manifestar solidaridad con Gaza y oponerse al genocidio contra el pueblo palestino, además de exigir al Gobierno de Giorgia Meloni el reconocimiento del Estado palestino y la suspensión de relaciones con el Estado de Israel.
La protesta, que movilizó a cientos de miles de personas, contó con un altísimo protagonismo juvenil, con miles de estudiantes y jóvenes que abandonaron sus lugares de estudio y puestos de trabajo para participar en manifestaciones y bloqueos en 81 ciudades. En la capital, Roma, los organizadores cuentan hasta 100.000 asistentes, quienes impidieron accesos en estaciones clave como Termini, colapsando el tránsito.
El paro ha afectado a puertos y a todos los transportes salvo los aeropuertos. También se han sumado la educación, sanidad, logística y bomberos. La jornada de ayer siguió a otro paro mucho más tímido y breve, de cuatro horas, organizado el pasado viernes por el principal sindicato italiano, la CGIL. A primera hora de la tarde, USB realizaba un primer balance de la huelga y afirmaba que “todos los principales puertos de Italia, el 90% del transporte público y el 50% de los ferrocarriles han quedado bloqueados”. También ha sostenido que el seguimiento del paro en los centros de enseñanza ha sido del 70%.





En Milán se produjeron enfrentamientos de alta intensidad con las fuerzas represivas en la estación central, cuando manifestantes intentaron asaltar el lugar para interrumpir el tráfico ferroviario. La policía y los Carabinieri intervinieron con gases lacrimógenos, cargas y detenciones. Los enfrentamientos continuaron en el exterior de la estación. El alcalde de la ciudad, Giuseppe Sala, de "centro-izquierda", criticó los hechos como “vandalismo”, señalando a “grupos violentos.”
Vídeo: vía Comrawire
En Bolonia la policía dispersó las protestas con cañones de agua, cuando manifestantes bloquearon la autopista A14 mientras lanzaban petardos y objetos a vehículos blindados. En otros puertos y ciudades del norte y sur de Italia, la huelga se tradujo en bloqueos y protestas similares que alteraron la normalidad.
El Gobierno italiano, encabezado por la primera ministra Giorgia Meloni y los partidos cómplices del genocidio que componen el Ejecutivo, emitieron sus habituales lamentaciones, calificando la huelga de “violenta” y criticaron "los daños a la economía y al turismo". Mientras tanto, los convocantes denunciaron que Roma y Bruselas siguen inertes a la hora de sancionar a la entidad sionista y detener el exterminio, exigiendo una intervención internacional urgente.
Los trabajadores portuarios se movilizaron contra el uso de Italia como escala para envíos militares a la Palestina ocupada por el Estado de Israel, cumpliendo con la amenaza de bloquear los puertos si la flotilla era atacada. Así, han logrado bloquear envíos de armamento para la entidad genocida. La jornada catalizó un fuerte descontento social frente a los políticos profesionales y puso en evidencia la crisis moral y política que atraviesa Italia ante el genocidio más televisado de la historia.