​Tras la presentación del segundo gobierno de Sébastien Lecornu el domingo 12 de octubre, los partidos Rassemblement National (RN) y La France Insoumise (LFI) han declarado que van a presentar mociones de censura conjuntas contra el Ejecutivo. Marine Le Pen, líder RN, escribió en X que el Gobierno “será censurado por el Rassemblement National y nuestros aliados de la UDR” y exigió la “disolución inmediata de la Asamblea Nacional para permitir que el pueblo francés se exprese”. Le Pen calcula que unas nuevas elecciones anticipadas llevarían a su partido a la victoria.

Paralelamente, Manuel Bompard, coordinador de LFI, anunció que su partido depositará “inmediatamente una moción de censura para acabar con la macronía” y calificó al Gobierno como “los últimos restos de la macronía y mercenarios en ruptura con su partido”. Mathilde Panot, jefa de los diputados de LFI, agregó en X que “la censura llega y la salida de Macron seguirá” a esta maniobra, lo que supone una amenaza directa al plan presupuestario de ajuste de Macron, que tendrá que conciliar sus intereses partidistas con el mandato financiero de Bruselas en mitad de una tormenta política en la que la extrema derecha y la izquierda podrían hacerle otra "pinza" parlamentaria.

Mientras tanto, el Partido Socialista (PS) ha mantenido su habitual postura "cautelosa" y espera la declaración de política general de Lecornu para decidir su postura definitiva al respecto, con su primer secretario Olivier Faure limitándose a un lacónico “sin comentarios”. La posible censura dependerá en gran medida de las propuestas concretas del Elíseo, especialmente respecto a la reforma de las pensiones.​

El Gobierno Lecornu II cuenta con 35 ministros y ministros delegados, incluidos 11 de Renaissance, 6 de Les Républicains, y otros de partidos minoritarios, con una fuerte presencia de perfiles técnócratas y civiles, en un intento de hacer pasar su reforma como "una necesidad técnica obligatoria" que no sea percibida como un capricho político del macronismo y sus aliados de la derecha y los republicanos. Para ello, Françoise Gatel ha sido nombrada ministra de Aménagement du territoire et décentralisation mientras algunos ministros, como Mathieu Lefèvre, se enfrentan a críticas por sus posiciones políticas, lo que añade tensiones internas extra a un panorama político francés patas arriba.