El expresidente francés Nicolas Sarkozy, quien gobernó el país entre 2007 y 2012, ha sido notificado por la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) de que deberá presentarse el 21 de octubre en la prisión de La Santé, en París, para iniciar el cumplimiento de una condena de cinco años por asociación criminal. Esta medida, confirmada por fuentes judiciales y reportada por medios como RTL y Reuters marca un hito en la historia moderna del Estado francés, ya que se trata del primer expresidente condenado a prisión efectiva. La sentencia, emitida por el Tribunal Correccional de París el 25 de septiembre, se mantiene pese a que Sarkozy ha anunciado que apela y sigue defendiendo su inocencia, calificando el proceso como "motivado políticamente".

El caso se centra en acusaciones de un "pacto corrupto" que, según la investigación, se habría establecido en 2005, cuando Sarkozy todavía era ministro del Interior, con el fin de recibir financiación ilegal de hasta 50 millones de euros procedentes del Estado libio de Muamar Gadafi para su campaña presidencial de 2007. Esta información proviene de documentos de inteligencia libios revelados por Mediapart en 2012 y ha sido corroborada por testimonios durante un juicio de tres meses que concluyó en marzo de este año.

En el litigio, Sarkozy fue absuelto de cargos específicos de "corrupción pasiva" y financiación ilegal, ya que no encontraron pruebas directas de que los fondos efectivamente llegaran a sus manos. Sin embargo, sí fue declarado culpable de conspiración, por permitir que su círculo cercano, incluidos exministros como Claude Guéant y Brice Hortefeux, se comunicaran con emisarios libios para negociar apoyo financiero a cambio de favores diplomáticos.

La decisión de hacer efectiva la sentencia de inmediato, según la jueza Nathalie Gavarino, se debe a la "excepcional gravedad" de los hechos y comprende una multa de 100.000 euros y la inhabilitación durante cinco años para ocupar cargos públicos. Guéant recibió una condena de seis años, algunos de los cuales podrían ser conmutados por "motivos de salud", y Hortefeux fue condenado a dos años; ambos por conspiración también.

La investigación incluyó el análisis de transferencias opacas a través de cuentas offshore y viajes a Trípoli entre 2005 y 2007, aunque algunas pruebas se vieron limitadas por la muerte del testigo clave Ziad Takieddine por un infarto en Beirut, justo dos días antes de la lectura del fallo. Los jueces, sin embargo, basaron la sentencia en evidencia como notas de un exministro libio del Petróleo que mencionaban pagos "para Sarkozy", según el fallo publicado por Le Monde.

Sarkozy ha insistido en su inocencia y en declaraciones públicas aseguró que "dormirá en prisión con la cabeza alta" y que el caso "socava los cimientos del Estado de derecho francés". Medios como Al Jazeera recuerdan que esta condena se suma a otras que ha recibido, como una condena de un año en 2021 por tráfico de influencias.

Todo esto hace que su historial judicial sea único para un expresidente en el Estado francés. Se espera que ingrese en La Santé, una cárcel de larga historia en el distrito 14 de París, que suele estar preparada para "perfiles de alto riesgo", después de una audiencia el 14 de octubre para definir detalles logísticos.