Las elecciones locales en Portugal, celebradas el pasado 12 de octubre, renovaron los cargos de las 308 Cámaras Municipales, Asambleas Municipales y más de 3.100 parroquias, con una participación del 58,3% según datos preliminares de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE). El Partido Social Demócrata (PSD), de centro-derecha y liderado por el primer ministro Luís Montenegro, obtuvo 136 alcaldías, incluyendo triunfos clave en Lisboa y Oporto, lo que representa un avance significativo respecto a las 103 de 2021. Este resultado, consolida el giro político a la derecha iniciado en las legislativas de mayo de 2025, donde la coalición Alianza Democrática (PSD y CDS) ganó con el 29% de los votos.

El Partido Socialista (PS), principal fuerza de "centro-izquierda", logró un 29% de los votos, traduciéndose en 125 alcaldías y recuperando bastiones como Coimbra, Faro y Viseu, donde desbancó al PSD en contiendas reñidas, según datos definitivos de la Secretaría General del Ministerio de Administración Interna. Este desempeño, que supera las expectativas tras la crisis de las legislativas de mayo, donde el PS cayó al tercer puesto con solo el 23% de los sufragios, se atribuye al liderazgo moderado de José Luís Carneiro, quien asumió la secretaría general tras la dimisión de Pedro Nuno Santos y centró la campaña en temas locales como la vivienda y los servicios públicos. 

Chega, partido de extrema derecha, pese a consolidarse como tercera fuerza con un 11,8% de los votos, triplicando así el 4,1% de 2021, solo consiguió tres alcaldías, lejos de las aspiraciones de su líder André Ventura de conquistar al menos 30 municipios. Esta contención pone sobre la mesa las dificultades de Chega para implantarse en el ámbito local, donde su agenda racista y "anticorrupción" compite con prioridades municipales como el urbanismo y el transporte; no obstante, el partido incorporó decenas de concejales, posicionándose como posible árbitro en ayuntamientos divididos. La coalición Unidad Democrática Popular (CDU, integrada por el Partido Comunista Portugués y los Verdes) retuvo 12 alcaldías con un 5,2% de los sufragios, enfocada en zonas rurales, mientras las listas independientes capturaron 20 municipios, evidenciando la fragmentación en distritos menores.