El 14 de octubre, la Asamblea Nacional de Madagascar aprobó una moción de censura contra el presidente Andry Rajoelina con una abrumadora mayoría de 130 votos a favor de 131 parlamentarios presentes, de un total de 163 escaños, en un intento de destituirlo temporalmente por "abandono de funciones" según reportes de Reuters. La votación se celebró horas después de que los legisladores declararan "inválido" un decreto presidencial emitido esa misma mañana por Rajoelina para disolver la Asamblea Nacional y el Senado, lo que paralizaría ambas cámaras y le permitiría seguir ejerciendo como presidente interino.

Sin embargo, los parlamentarios, respaldados por la unidad militar de élite CAPSAT (Centro de Administración de Personal del Ejército) y por las protestas juveniles masivas, ignoraron la disolución, argumentando que carecía de validez legal por no cumplir formalidades, como su publicación oficial, y por emitirse desde el exilio tras la huida de Rajoelina el 13 de octubre.

La crisis se intensificó tras semanas de protestas lideradas por el movimiento "Gen Z Madagascar", que desde el 3 de octubre exige la renuncia de Rajoelina por corrupción, cortes crónicos de electricidad y agua, y una economía que deja al 75% de la población joven sin oportunidades, según datos de la ONU. Estas manifestaciones, que han causado al menos 20 muertes por represión policial, alcanzaron un punto crítico el 11 de octubre cuando la unidad élite del ejército CAPSAT, desertó y se unió a los manifestantes en Antananarivo. 

La Presidencia, en un comunicado vía Facebook el 14 de octubre, rechazó la moción de censura como "nula y sin efecto", calificándola de "golpe de Estado parlamentario" y afirmando que la disolución de la Cámara Baja "sigue vigente". Según el artículo 60 de la Constitución, el presidente puede disolver el parlamento por motivos excepcionales, pero debe convocar elecciones legislativas en un plazo máximo de 60 días, durante los cuales él permanecería en el cargo. Sin embargo, el artículo 119 establece que una moción de censura aprobada por mayoría absoluta puede declarar la vacancia presidencial, obligando a elecciones anticipadas en 30-60 días bajo un gobierno interino. 

La Corte Constitucional (HCC) fue disuelta formalmente por el coronel Michael Randrianirina y la unidad CAPSAT, pero, poco antes, emitió un comunicado oficial validando la moción de censura e "invitando" a Randrianirina a asumir como jefe de Estado interino. Aunque su existencia legal esté suspendida, el comunicado hace que la Corte siga "operativa" en la práctica para legitimar el Gobierno provisional, por lo que se espera que el intento de Rajoelina por declarar la moción como nula no prospere. 

El vacío de poder deja patente la inestabilidad crónica que padece Madagascar, que ha enfrentado cinco golpes de Estado desde su independencia en 1960. La paradoja es notable: CAPSAT, que respaldó a Rajoelina en su ascenso en 2009 contra Marc Ravalomanana, ahora lidera su destitución.

Las protestas juveniles, inspiradas en movimientos similares en el llamado "Sur Global" han paralizado Antananarivo, con bloqueos de avenidas y demandas de "un cambio para la tierra de nuestros hijos". La Unión Africana y la ONU han instado al "diálogo" para evitar una escalada violenta, mientras la oposición prepara una transición hacia elecciones presidenciales anticipadas si, como todo parece apuntar, la Corte valida definitivamente la moción.