Policía detenido por asesinar a su madre en Ávila
El agente, secretario general provincial de Jupol, aprovechó su posición para ocultar deudas económicas que serían el móvil del crimen. La víctima, de 93 años, padecía un deterioro cognitivo avanzado.

La Guardia Civil detuvo el pasado 12 de octubre a José Luis Cordera, un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en la Escuela Nacional de Policía de Ávila, como presunto autor del asesinato de su madre, una mujer de 93 años con deterioro cognitivo avanzado. El cadáver fue hallado el domingo en una zona montañosa de La Paramera, en el término municipal de Tornadizos de Ávila, por un conductor casual que alertó al 112. Inicialmente atribuida a hipotermia por las bajas temperaturas nocturnas, la autopsia pendiente busca esclarecer si hubo asfixia o algún otro signo de violencia.
Cordera, con más de dos décadas en el cuerpo y reelegido como secretario general provincial del sindicato Jupol en 2023, recogió a su madre del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles tras una dolencia, según recogieron imágenes de cámaras de seguridad. La geolocalización de su teléfono y grabaciones viales lo sitúan en el trayecto al lugar del hallazgo, regresando solo, lo que desmontó la hipótesis inicial de que la anciana se hubiera perdido accidentalmente.
La investigación muestra que el policía habría asesinado a su propia madre motivado por deudas superiores a 30.000 euros, adicción al juego y retrasos en pagos de la residencia en Mombeltrán, ya que se han detectado movimientos extraños y fondos desaparecidos de la cuenta bancaria de la víctima. Tras su arresto durante las fiestas de Santa Teresa, Cordera fue puesto a disposición judicial el miércoles y enviado a prisión provisional en Segovia, bajo secreto de sumario.
Por su parte, Jupol ha intentado distanciarse de su secretario general provincial enfatizando el "carácter personal" del crimen. En paralelo, la investigación continúa explorando si el agente cobraría seguros de vida o herencias en caso de fallecer su madre.
La opacidad con la que la policía trata este tipo de casos, en los que sus propios agentes son protagonistas, dificultan que el trasfondo completo del caso salga a la luz, aunque la investigación preeliminar haya mostrado indicios de abuso de poder.