Condena a un mando de los Mossos por acosar a una agente que pidió reducción de jornada por maternidad
El Supremo ratifica pena de cárcel e inhabilitación a un subinspector acosador que sometió a vejaciones a una subordinada durante dos años por ejercer su derecho a cuidar de su hija; el Departament d'Interior intentó evitar la indemnización.

El Tribunal Supremo español ha confirmado otro "caso aislado" de violencia machista en el Interior de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta vez, se trata de un subinspector acosador de los Mossos d’Esquadra que le hizo la vida imposible durante dos años a una agente, como represalia por haberse acogido a una reducción de jornada por maternidad. El mando, Xavier A., ha sido ha condenado a seis meses de prisión y otros seis de inhabilitación por degradar y hostigar a su subordinada —a quien llegó a decir “vales la mitad que tus compañeros”— en un comportamiento que el alto tribunal reconoce como “ataque sistemático” y “discriminación por razón de género”, según recoge El País.
La víctima, Elena (nombre ficticio), regresó a su puesto en la comisaría de Granollers en 2013 tras el nacimiento de su hija lactante. Su superior la apartó de la unidad de policía científica, donde llevaba diez años, y la relegó a tareas administrativas. Lo que siguió fue un proceso de humillaciones y aislamiento: fue obligada a trabajar de espaldas a la pared, sin teléfono ni contacto con sus compañeros. “Me sentía en un infierno, como si hubiera dejado de existir”, declaraba la agente en el juicio.
El Supremo respalda la sentencia de la Audiencia de Barcelona, que consideró probado que el acoso tuvo como objetivo penalizar a la agente por ejercer un derecho reconocido legalmente. La magistrada ponente, Ana María Ferrer, subraya que la conducta del mando degrante.
"Me encanta ver a una mujer llorar"
El acoso culminó con insultos y comentarios vejatorios de carácter sexual y machista: “Tú lo que tienes que hacer es operarte las tetas”, “ponte guapa y espabila” o “me encanta ver a una mujer llorar”, según recoge la sentencia. Tras sufrir un ataque de ansiedad, Elena tuvo que ser trasladada al hospital. Desde 2017 tiene reconocida una incapacidad permanente absoluta por un trastorno bipolar derivado del acoso.
Pese a las pruebas y a los informes psicológicos, la Generalitat de Catalunya —de la que dependen los Mossos— pidió la absolución del condenado para evitar el pago de la indemnización de 150.000 euros si el mando responsable no lo hacía.
La sentencia pone fin a una década de litigio y confirma la inhabilitación del subinspector, actualmente en excedencia y trabajando en el sector de la seguridad privada. No era su único caso: durante el proceso se reveló que tenía abiertos varios expedientes por comportamientos similares con varias subordinadas.