Indonesia nombra "héroe nacional" al fallecido dictador anticomunista Suharto
Se calcula que mató entre 500.000 y 3 millones de personas en un genocidio respaldado por EE.UU.
El gobierno de Indonesia distinguió este lunes como "héroe nacional" al fallecido dictador Suharto, quien gobernó el país entre 1967 y 1998, en una ceremonia encabezada por el actual presidente Prabowo Subianto, yerno del propio Suharto. La decisión ha generado un inmediato rechazo entre organizaciones de derechos humanos y colectivos de víctimas, que recuerdan cómo fue responsable del asesinato de entre 500.000 y 3 millones de personas en purgas anticomunistas.
El acto de condecoración, celebrado en Yakarta, incluyó a otras nueve personalidades que recibieron la distinción "por sus excepcionales contribuciones a la nación". Prabowo, quien asumió el poder en octubre de 2024, entregó personalmente los certificados a los familiares de los condecorados, incluidos descendientes del dictador fallecido en 2008.
La medida ha sido calificada por organizaciones civiles como un blanqueamiento histórico de un régimen de terror caracterizado por la represión sistemática contra todo lo que sonara a "comunismo" y las minorías étnicas. Ardi, un estudiante de derecho de 22 años que participó en las protestas convocadas en la capital contra el nombramiento, declaró ante EFE: "Suharto fue derrocado por el pueblo, que estaba harto del régimen gobernante en ese momento. Entonces, ¿merece el título de héroe al final de su vida, conocido por un régimen autoritario y fascista que atacó y oprimió a la gente?".
La semana pasada, cerca de 500 activistas y académicos indonesios habían expresado su oposición mediante una carta dirigida a Prabowo, donde afirmaban: "Conceder el título de héroe nacional a Suharto supone una traición a las víctimas y los valores democráticos. Este honor solo es apropiado para aquellos que lucharon por la libertad, no para líderes marcados por el autoritarismo y la violación de los derechos humanos".
Durante el régimen de Suharto se persiguió sistemáticamente y con violencia extrema a miembros del Partido Comunista de Indonesia (PKI). Múltiples organizaciones internacionales, estudios académicos y documentales como The Act of Killing explican, con todo lujo de detalle, cómo el Ejército indonesio perpetró un auténtico genocidio, incluida la sangrienta ocupación militar de Timor Oriental. Las operaciones de exterminio fueron respaldadas por EE.UU. bajo el pretexto de la "estabilización" anticomunista.
Después de estas masacres, el PKI, con 3 millones de afiliados en 1965 —el mayor Partido Comunista del mundo después del PCUS de la URSS y el PCCh de China—, fue exterminado y desarticulado. Amnistía Internacional denunciaba que en 1998 que aún quedaban ancianos en prisiones indonesias acusados de pertenecer al PKI. Además del genocidio y la persecución, la ONG Transparencia Internacional denuncia que Suharto malversó entre 15.000 y 35.000 millones de dólares durante su infame mandato, una de las mayores tramas de corrupción documentadas en la historia.
Actualmente, el nombramiento llega en medio en una militarización de las instituciones indonesias bajo el gobierno de Prabowo, quien también enfrenta acusaciones por violaciones de derechos humanos durante la propia dictadura de Suharto.