El ministro de Industria de Canadá François-Philippe Champagne ha ordenado disolver la filial canadiense de la red social TikTok, TikTok Technology Canada Inc, según ha informado este sábado Los Angeles Times. La razón a la que aluden las autoridades de Ottawa es “la Seguridad Nacional”, ya que consideran que la empresa podría funcionar como Caballo de Troya para los intereses chinos.
Como consecuencia, ByteDance Ltd., empresa matriz de la popular aplicación, no podrá operar en el país norteamericano bajo ninguna marca. El ejecutivo canadiense tomó decisión con la Ley de Inversiones de Canadá en la mano, que permite investigar inversiones extranjeras que puedan suponer riesgos para la seguridad del Estado. No obstante, Canadá no bloqueará el acceso a la aplicación, ni limitará su uso. Se trata, por tanto, de un desmantelamiento empresarial que va en la línea de otras políticas proteccionistas que se están tomando en Occidente.
No es la primera vez que Canadá pone restricciones a la aplicación, de hecho, ya estaba prohibida en dispositivos gubernamentales, al igual que en muchos otros países donde se valora restringir su uso en el ámbito público. Y es que Canadá no es único país del bloque Occidental que estudia intervenir TikTok. En Europa y Estados Unidos también se siguen estudiando medidas similares ante posibles “riesgos de privacidad y seguridad”. Pero las preocupaciones no se centran en hipotéticos riesgos para la salud pública por problemas de adicción a la red social, sino en la competencia geopolítica: a los gobiernos les aterra la hipótesis de que Pekín pueda usar la aplicación para recopilar datos de usuarios occidentales de forma masiva o para difundir contenido favorable a sus intereses.