Ha concluido el juicio por el homicidio de Diego Martínez-Conde, un joven de 26 años que padecía esquizofrenia paranoide y que murió el pasado mes de septiembre en Madrid tras ser disparado por la Guardia Cibil. La Cuarta Sección del Tribunal Provincial de Madrid ha determinado la absolución del guardia civil acusado de su muerte.
El joven fue perseguido por al menos doce agentes tras sufrir un brote psicótico en Manzanares el Real, en las afueras de Madrid. Durante la persecución, según testigos, un agente le disparó por la espalda mientras intentaba huir, y además fue atropellado por un coche patrulla “para evitar que escapara”.
El guardia civil fue inicialmente acusado de homicidio imprudente, pero la Cuarta Sección del Tribunal Provincial de Madrid ha desestimado los cargos, concluyendo que actuó “en legítima defensa”. Como resultado, el agente ha sido absuelto y la muerte de Diego quedará impune.
Durante el juicio, cuya primera sesión finalizó a primeros de octubre, dos testigos que presenciaron los hechos desde un balcón ofrecieron su versión de los acontecimientos. Afirmaron que el joven corría con la intención de escapar cuando fue disparado, “sin oportunidad de detenerse antes de ser tiroteado”. Sin embargo, el tribunal consideró que los testimonios eran “contradictorios” y que no coincidían con la versión oficial de los agentes ni con los informes periciales.
La familia de Diego había solicitado un pena modesta para un caso de homicidio: cuatro años de prisión para el acusado. La fiscalía pidió tan solo una multa y la Abogacía del Estado solicitó directamente la absolución, que coincide con la resolución final.