Bruselas ha alcanzado este miércoles un acuerdo político que permitirá la formación de la nueva Comisión Europea, un pacto marcado por la controversia. Teresa Ribera, ministra española de Transición Ecológica por el PSOE, y Raffaele Fitto, de Hermanos de Italia, serán vicepresidentes en el equipo de Ursula von der Leyen, a través de un pacto que supone la primera entrada oficial de la extrema derecha en la cúpula comunitaria, y lo hace con el aval del Partido de los Socialistas Europeos (PSE). Además, el húngaro Olivér Várhelyi, aliado de Viktor Orbán, conservará una cartera gracias al acuerdo.
El pacto llega tras días de intensas negociaciones en los que el Partido de los Socialistas Europeos (PSE) cruzaron lo que antes parecía una línea roja: aceptar la presencia de la ultraderecha. A cambio, logran mantener intactas las competencias de Ribera pese a los esfuerzos del Partido Popular Europeo (PPE) por tumbar su candidatura, alentados por el PP español. Aunque Ribera será una de las figuras más influyentes del nuevo Ejecutivo, el acuerdo ha generado tensiones dentro de la izquierda, especialmente entre las delegaciones francesa y alemana.
Desde Los Verdes, que se han quedado fuera, critican la decisión, calificándola como “un mal día para Europa” y advirtiendo sobre “la inestabilidad política que puede generar esta coalición”. Mientras tanto, el PPE celebra el resultado, que consolida la influencia de la derecha radical en Bruselas. La votación final para ratificar el colegio de comisarios será el 27 de noviembre, pero el camino parece despejado para que Von der Leyen inicie su segundo mandato.