Un trabajador de 51 años de la empresa Tragsa ha fallecido este domingo tras el derrumbe de una estructura exterior en el colegio Lluís Vives de Massanassa (País Valencià), gravemente afectado por las inundaciones de la DANA el pasado 29 de octubre. Otro operario resultó herido “leve” y fue trasladado al Hospital La Fe de València. El accidente ocurrió mientras operarios, junto con efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), realizaban labores de inspección y limpieza en el centro. Según las primeras investigaciones, el colapso se produjo en una estructura metálica que conectaba dos edificios del recinto.
El suceso ha generado controversia debido a las declaraciones contradictorias sobre el estado del edificio. Aunque la Conselleria de Educación aseguró que los daños estructurales “no implicaban un riesgo inminente”, el alcalde de Massanassa afirmó que el colegio estaba clasificado como “rojo” y previsto para demolición tras una evaluación técnica. Vecinos de la localidad han expresado su indignación por lo ocurrido, acusando de negligencia a las autoridades locales y estatales, y señalando la falta de previsión en la gestión de los daños del temporal. Un grupo de vecinos abucheó a una comitiva política que se personó al lugar.
El incidente también ha provocado reacciones políticas. La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, y el president de la Generalitat, Carlos Mazón, trasladaron sus condolencias a la familia del fallecido. Mientras tanto, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, calificó de “muy grave” el siniestro y recordó “la importancia de garantizar la seguridad laboral en situaciones de emergencia”. Este episodio reabre el debate sobre la planificación y gestión de infraestructuras afectadas por desastres naturales y la protección de los trabajadores que participan en tareas de recuperación.