El Gabinete de Seguridad de Israel se reune este martes, en la Yaffa ocupada-Tel Aviv, para decidir sobre una propuesta de alto el fuego con Hezbollah, mediada por Estados Unidos. El plan, que incluiría la retirada del ejército israelí del sur del Líbano y el despliegue del ejército libanés en la frontera, busca implementar la Resolución 1701 de la ONU, vigente desde 2006. Sin embargo, aún persisten diferencias clave: mientras el Estado de Israel exige mantener “libertad de acción militar” en caso de “incumplimientos” por parte de la milicia libanesa, el texto del acuerdo no lo contempla explícitamente, según recogen EFE y Al Jazeera de fuentes israelíes.
El posible pacto genera opiniones divididas. En el Knesset (parlamento israelí), el ministro de Exteriores Gideon Saar enfatizó “la necesidad de evitar el rearme de Hezbollah” y de “consolidar un área de seguridad al sur del río Litani”. De hecho, analistas internacionales aseguran que el hecho de que Hezbollah haya podido lanzar el pasado domingo cientos de misiles y drones contra Tel Aviv ha supuesto “un gran impacto político y psicológico” dentro de las filas del sionismo, que lleva diciendo desde octubre que Hezbollah está “descompuesta y sin capacidades”. Por si esto fuera poco, al Mayadeen asegura que desde el 2 de octubre de 2024 hasta este 24 de noviembre, “60 tanques Merkava del ejército israelí fueron destruidos en los enfrentamientos entre los soldados de ocupación y los combatientes de la Resistencia libanesa en la frontera de Líbano tras los intentos de invasión terrestre”.
Líderes de la oposición israelí y alcaldes israelíes del norte de los territorios ocupados han expresado su rechazo, calificando la tregua como una “rendición”. Desde Líbano, el vicepresidente del Parlamento, Elias Bou Saab, mostró cautela, recordando que “cualquier alto el fuego dependerá del cumplimiento estricto de los términos acordados y la supervisión internacional propuesta por Estados Unidos y Francia”.
Por su parte, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás ha expresado su respaldo a cualquier iniciativa que frene la violencia en Líbano. Osama Hamdan, líder de Hamás, afirmó en al Mayadeen que este alto el fuego “refuerza la resistencia regional”, subrayando “la importancia del papel de Hezbollah en la defensa del pueblo palestino”. Hamdan destaca que el Estado Israel busca en las negociaciones “lo que no pudo lograr militarmente” y reiteró el compromiso de Hamás con la coordinación estratégica dentro del Eje de la Resistencia, para contrarrestar las acciones israelíes en Gaza y la región.
En el plano internacional, el enviado especial de EEUU, Amos Hochstein, ha liderado semanas de negociaciones que Washington considera “prometedoras”, aunque sin garantías absolutas de éxito. La Casa Blanca subraya “la urgencia de frenar el conflicto” que, desde octubre de 2023, ha causado más de 3.500 muertos solo en Líbano.