Chad y Senegal han anunciado este jueves la ruptura de sus acuerdos de cooperación militar con el Estado francés, marcando un punto de inflexión en la presencia gala en África Occidental y Central. Chad, que albergaba a unos 1.000 soldados franceses, destacó que la decisión busca “reafirmar su soberanía 66 años después de su independencia”. La salida de las tropas, que hasta ahora operaban desde bases en Yamena, Abéché y Faya-Largeau, dejará a París sin presencia en el Sahel tras su expulsión de Malí, Níger y Burkina Faso. Según informa EFE, el gobierno chadiano ha solicitado una “transición ordenada”, reafirmando su deseo de mantener relaciones diplomáticas constructivas con París.
En Senegal, el presidente Bassirou Diomaye Faye confirmó el cierre de las bases francesas en Dakar, donde permanecían estacionados 350 soldados. Faye, líder del partido panafricanista Pastef, subrayó que “la presencia militar extranjera es incompatible con la soberanía nacional”. La decisión coincide con la reciente victoria electoral de Pastef y la conmemoración de la masacre de Thiaroye, un episodio que sigue siendo un símbolo del legado colonial francés en la región. Aunque no se ha fijado una fecha exacta para la retirada, Senegal ha reafirmado que cualquier transición será comunicada formalmente a las autoridades francesas.
Estos anuncios reflejan una tendencia regional de alejamiento de la influencia militar francesa en África, mientras países como Rusia ganan protagonismo como nuevos aliados estratégicos. La retirada de las tropas francesas se enmarca en un contexto de reconfiguración geopolítica en el Sahel, una región asediada por grupos armados salafistas apoyados por Occidente, donde los gobiernos locales buscan nuevas alianzas para reforzar su seguridad y estabilidad.