El Black Friday de este año llega con cada vez menor entusiasmo. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), solo el 76% de los encuestados en el Estado español planea aprovechar las ofertas, una caída notable frente al 84% del año pasado. Además, la estimación de gasto medio por consumidor ha disminuido de 237 euros en 2022 a 200 euros en esta edición.
La principal razón detrás de esta tendencia es la desconfianza creciente en los descuentos. “Muchos consumidores perciben que las tiendas inflan los precios en las semanas previas para luego ofrecer ‘rebajas’ que no son reales”, explicó Ileana Izverniceanu, directora de Comunicación de la OCU, en declaraciones a Europa Press Televisión.
El canal online sigue siendo el preferido para este evento: un 50% de los consumidores combinará compras digitales con tiendas físicas, mientras que solo un 7% se limitará exclusivamente a tiendas tradicionales. Entre los productos más buscados destacan la tecnología, el calzado, el textil y el menaje del hogar.
La OCU ha lanzado una campaña para que los usuarios denuncien prácticas de publicidad engañosa y descuentos fraudulentos. “Estamos monitoreando los precios y recopilando pruebas para denunciar a las empresas que inflan precios y engañan a los consumidores”, afirma Izverniceanu. La organización también ha instado a las Direcciones Generales de Consumo a actuar con mayor celeridad. “No es la primera vez que presentamos expedientes completos y bien documentados, pero se archivan sin respuesta”, explica la portavoz.
Con esta creciente desconfianza, el “Black Friday” se enfrenta al riesgo de convertirse en lo que cada vez más consumidores denominan como “Black Fraude”, una fecha que muchos consumidores comienzan a mirar con escepticismo.