Una figura clave de la oposición siria, Mouaz Moustafa, director de la organización Syrian Emergency Task Force, ha afirmado que las facciones salafistas sirias que han tomado grandes áreas del noroeste del país están coordinadas con Ucrania. Esta coalición estaría colaborando para enfrentar a Rusia, un enemigo común de ambos. En declaraciones a The New York Times, Moustafa subrayó que tanto Ucrania como los grupos opositores sirios como Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y el Ejército Nacional Sirio (SNA) “luchan juntos por liberarse de la tiranía y la ocupación extranjera”. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades ucranianas no han confirmado esta supuesta cooperación.
Así lo considera el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, que acusó a Ucrania de apoyar a los grupos salafistas en Siria en su guerra contra Bashar Al-Assad. Las sospechas señalan particularmente al grupo HTS, sucesor de la filial de Al-Qaeda en Siria, Al Nusra. Nebenzia afirmó que instructores de la inteligencia militar ucraniana (GUR) estarían entrenando a los combatientes de HTS en el uso de drones, incluidos los drones “kamikaze”, que Ucrania ha utilizado en su lucha contra Rusia desde el inicio de la invasión en 2022.
Expertos como Paul McLoughlin, editor senior de The New Arab especializado en Siria, consideran que “aunque hay motivos para que Ucrania busque atacar los intereses rusos en Siria”, aún es difícil verificar estas acusaciones. McLoughlin sugiere que Turquía podría ser el verdadero proveedor de los drones utilizados en la ofensiva de la coalición salafista, dada su colaboración con Ucrania en conflictos previos. Mientras tanto, el ataque liderado por HTS y SNA sigue avanzando, habiendo capturado Alepo y Hama, puntos estratégicos en la guerra.