La pasada semana, Eurostat publicó datos sobre la situación laboral de los recién jubilados en 30 países europeos. El estudio concluye que, de media, el 13% de los pensionistas debe continuar trabajando al menos durante los seis meses posteriores a su jubilación. Estonia encabeza la lista, donde el 55% de los nuevos jubilados compagina su pensión con algún empleo, seguida de Letonia (44,2%), Lituania (43,7%), Islandia (42,3%) y Suecia (41,7%).
En el extremo opuesto, los porcentajes más bajos se registraron en Rumanía (1,7%), Grecia (4,2%), y el Estado español (4,9%), Croacia (5%) y Eslovenia (8%). No obstante, Carlos Bravo, de CCOO, señala que “la baja tasa española no es un indicador positivo, sino que podría deberse a la exclusión sistemática de los trabajadores mayores de 55 años del mercado laboral”. Según Eurostat, el 25,8% de los nuevos jubilados en el Estado español llevaba al menos seis meses en desempleo, una cifra superior a la media europea del 22,4%.
En muchos países, como los Estados francés y español, se están implementando reformas para retrasar la edad de jubilación. Moncloa ha promovido acuerdos con sindicatos y la patronal para fomentar la jubilación parcial y retrasar la edad de retiro hasta los 67 años. Por su parte, el Ejecutivo francés impuso el año pasado, mediante decreto, el aumento de la edad de jubilación a los 64 años.