Un informe del Observatorio Estatal de la Dependencia, publicado el 16 de diciembre, revela que, desde la entrada en vigor de la Ley 19/2006 de Atención a la Dependencia, cerca de 900.000 personas han fallecido en el Estado español mientras se encontraban en listas de espera para recibir atención. En lo que va de 2024, 33.096 personas han muerto esperando atención, lo que equivale a 91 muertes diarias, es decir, una cada 16 minutos. A pesar de estos datos, el informe resalta que, en total, 3.699.078 personas han recibido algún tipo de atención desde la aprobación de la ley.
La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales destacó que a finales de 2024, el número de personas con derecho reconocido a atención alcanzará las 1.644.518. Sin embargo, 136.954 personas aún están pendientes de valoración, y un 13% de los beneficiarios se encuentran en lo que se ha denominado el “limbo” de la dependencia. Aunque el informe subraya que ha habido un descenso en el número de personas con derecho reconocido en espera de atención (24.549 menos en 2024), el ritmo de avance es tan lento se proyecta que tomaría por lo menos cinco años lograr una cobertura “plena”.
A pesar de los pequeños avances que supuso la Ley de Dependencia en su momento, la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales considera que el sistema aún está lejos de cumplir su potencial. Los procedimientos burocráticos, las cuantías insuficientes de las prestaciones y la baja intensidad de los servicios se combinan para generar un sistema que se califica como “low cost” y poco eficaz para atender las necesidades de las personas en situación de dependencia.