El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, reconoció este lunes que su Estado fue responsable del asesinato de Ismail Haniya, líder político del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, ocurrido el pasado 31 de julio durante un bombardeo en Teherán. Katz declaró que la operación formaba parte de una estrategia para “neutralizar amenazas” y advirtió que el Estado de Israel continuará “atacando a los líderes de grupos hostiles en la región”, informa RTVE citando declaraciones oficiales. La confirmación pone fin a meses de especulación tras el silencio inicial de las autoridades israelíes.
Haniya se encontraba en Teherán asistiendo a la investidura del presidente iraní Masud Pezeshkian cuando fue alcanzado por un ataque aéreo israerlí. Aunque la Resistencia Palestina y el gobierno iraní señalaron a Tel Aviv desde el primer momento, el gobierno de Benjamín Netanyahu había evitado confirmar su implicación. La publicación de una imagen de Haniya con el rótulo “eliminado” en redes sociales, posteriormente borrada, había avivado las sospechas.
Este ataque se suma a la reciente ofensiva israelí contra líderes de Hamás y Hezbolá. Yahya Sinwar, jefe de Hamás en Gaza, fue asesinado en octubre, mientras que Hasán Nasrala, líder de Hezbolá, murió en septiembre durante un bombardeo en Beirut. La región vive una creciente escalada de tensiones, con Irán respondiendo a estos ataques mediante el lanzamiento de misiles balísticos contra el Estado de Israel, y los hutíes intensificando sus ataques en el mar Rojo en solidaridad con Gaza.