Estados Unidos ha transferido a 11 detenidos yemeníes desde el centro de detención de Guantánamo (Cuba) a Omán, tras haberlos mantenido recluidos durante más de 20 años sin cargos. El traslado forma parte del plan de Washington por reducir la población carcelaria de la prision especial, con visos de cerrarla finalmente, según informó el Departamento de Defensa este lunes.
Entre los trasladados se encuentra Sharqawi al-Hajj, quien durante sus 21 años de detención en Guantánamo llevó a cabo huelgas de hambre y fue hospitalizado en varias ocasiones en protesta por su encarcelamiento. El Centro para los Derechos Constitucionales (CCR) expresó su apoyo a al-Hajj, señalando que “su liberación representa un rayo de esperanza tras casi 23 años de cautiverio”.
La prisión de Guantánamo, establecida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, llegó a albergar cerca de 800 detenidos. Actualmente, solo quedan 15 reclusos, muchos de los cuales nunca fueron acusados formalmente de ningún delito. Amnistía Internacional, aunque aplaude la liberación, subraya que Guantánamo sigue siendo una “mancha persistente en los derechos humanos de Estados Unidos”.
El presidente Joe Biden había prometido durante su campaña de 2020 cerrar la instalación, pero la prisión continúa operativa a pocas semanas de que termine su mandato. Sin embargo, aunque Guantánamo llegara a cerrar, eso no significa que las autoridades estadounidenses vayan a dejar de realizar detenciones sin cargos. Por el momento, siguen trabajando para encontrar países que acepten este tipo de detenciones irregulares.
A finales de 2024, fue liberado otro preso, el más longevo de Guantánamo, un ciudadano tunecino llamado Ridah bin Saleh al-Yazidi. Nunca fue encausado por ningún delito, y sin embargo, pasó 23 años en la cárcel que mantiene EEUU en territorio cubano, desde el mismo día en que se abrieron las instalaciones.