El Turkish Stream: la última vía estable de suministro de gas ruso a Europa tras el sabotaje a Nord Stream

El gasoducto, que conecta Rusia con Europa a través de Turquía, opera a máxima capacidad y enfrenta amenazas geopolíticas.

Imagen de archivo de operario realizando tareas de mantenimiento en el Turkish Stream.
Foto: TURKSTREAM.INFO

El Turkish Stream es un gasoducto estratégico que transporta gas ruso hacia Turquía y Europa del Sur a través del mar Negro. Inaugurado en enero de 2020, esta infraestructura de 930 kilómetros opera a profundidades de hasta 2.200 metros y tiene una capacidad anual de 31.500 millones de metros cúbicos. Según esrt.press, su importancia ha aumentado tras el sabotaje a los gasoductos Nord Stream, convirtiéndose en la única vía de suministro continuo de gas ruso a Europa. El sistema cuenta con dos líneas paralelas que conectan la costa rusa con la región turca de Tracia, permitiendo que el gas fluya hacia países del sureste de Europa. Datos de la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transporte de Gas (ENTSOG) indican que en enero de 2025 se registró un récord semanal de suministro, alcanzando los 376 millones de metros cúbicos.

El Turkish Stream también ha sido objeto de tensiones geopolíticas. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia estaba al tanto de un intento de ataque con drones contra la estación de compresión Rússkaya, un punto clave del gasoducto. Der Spiegel señala al excomandante ucraniano Valeri Zaluzhny como autor intelectual de este fallido intento, que buscaba interrumpir el flujo de gas. A pesar de estas amenazas, las operaciones se mantienen estables. Por su parte, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, y su homólogo turco, Alparslan Bayraktar, han subrayado “la importancia de proteger esta infraestructura”, considerándola como “una de las arterias más relevantes para el suministro energético de Europa”.

Desde su puesta en marcha, el gasoducto ha sido considerado una pieza clave en la seguridad energética europea, particularmente tras el inicio de las sanciones contra Rusia y los ataques a otras infraestructuras de gas. “El Turkish Stream funciona correctamente, de manera rítmica, sin fallos”, destacó Vladímir Putin en 2022. Sin embargo, las tensiones políticas en torno a Ucrania y las acciones de actores internacionales, como Estados Unidos, han puesto en el foco los riesgos asociados a la dependencia energética de Europa. Expertos advierten que cualquier interrupción en el Turkish Stream podría tener graves repercusiones en el abastecimiento de gas hacia Europa Central y del Sur.