Suecia y Letonia han anunciado una investigación conjunta, con el apoyo de la OTAN, sobre los daños detectados en un cable de datos submarino que conecta Ventspils, en Letonia, con la isla sueca de Gotland. Según la radiotelevisión pública letona (LVRTC), propietaria del cable, el incidente causó una “interrupción en el servicio de transmisión de datos” y se ha atribuido inicialmente a una “influencia externa”. El cable se encuentra sumergido a una profundidad aproximada de 50 metros en la zona económica exclusiva de Suecia.
El gobierno letón, a través de su primera ministra Evika Silina, informó que la zona está siendo patrullada y se ha iniciado una investigación penal para determinar las causas del incidente. Por su parte, el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, confirmó los daños y aseguró la colaboración de su estado para esclarecer los hechos. Aunque la LVRTC redirigió el tráfico a través de rutas alternativas, advirtió sobre posibles ralentizaciones en la velocidad de transmisión de datos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su apoyo a Suecia y Letonia, destacando “la importancia de garantizar la seguridad de la infraestructura crítica”. La líder europea afirmó que su prioridad máxima es “la resistencia y la seguridad de nuestra infraestructura crítica”, señalando “la necesidad de mejorar los mecanismos de detección, prevención y reparación en colaboración con socios internacionales”.