Uganda enfrenta un nuevo brote de ébola y una crisis de desconfianza hacia la vacuna

El país lucha contra el sexto brote del virus del ébola de Sudán, mientras la falta de comunicación oficial y el escepticismo complican los esfuerzos de contención.

Personal sanitario desinfecta instalaciones en Uganda.
Foto: vía @WashTimes (X).

El Ministerio de Salud de Uganda confirmó el 30 de enero de 2025 un nuevo brote del virus del ébola de Sudán, el sexto en la historia del país, tras la muerte de un enfermero de 32 años en el Hospital Nacional de Referencia Mulago. La rápida propagación del virus y la falta de una vacuna aprobada para esta cepa han generado alarma, agravada por la desinformación y la desconfianza hacia las autoridades sanitarias. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ausencia de tratamientos específicos para esta variante, con una tasa de mortalidad superior al 40%, podría tener consecuencias graves para la salud pública.

La falta de comunicación clara por parte del gobierno ha alimentado el escepticismo en la población, donde persisten teorías conspirativas y creencias tradicionales que dificultan la contención del virus. Al Jazeera informa que algunos familiares del primer fallecido intentaron exhumar su cuerpo para enterrarlo según sus costumbres, sin considerar el riesgo de contagio. Además, la reticencia a aceptar la vacuna experimental, lanzada rápidamente tras el brote, muestra la profunda desconfianza hacia las autoridades sanitarias. El Dr. Bruce Kirenga, encargado del ensayo clínico, reconoció que solo una persona había aceptado vacunarse en los primeros días.

El manejo de la crisis también ha afectado la economía, especialmente el turismo. Amos Wekesa, empresario del sector, critica “la falta de una comunicación estratégica”, que ha provocado cancelaciones y advertencias de viaje de países como Estados Unidos y Reino Unido. “Ninguna epidemia matará a más ugandeses que la pobreza”, afirmó en redes sociales. Mientras tanto, expertos en salud pública como Freddie Ssengooba, de la Universidad de Makerere, insisten en “la importancia de cerrar la brecha informativa y restaurar la confianza de la población en las autoridades sanitarias para controlar el brote de manera efectiva”.