Alrededor de 1.000 trabajadoras de la región de Tagalog del Sur (Filipinas) se han congregado esta semana en Laguna para denunciar la violencia en el entorno laboral y exigir mejoras en sus condiciones de trabajo. La protesta fue organizada por el colectivo Women Workers United (WWU), que reclama el fin de los abusos en los centros de trabajo, la regularización de los contratos, el aumento del salario mínimo y el acceso garantizado a servicios públicos esenciales. La acción forma parte de una serie de actividades previas al Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Durante la manifestación, Jillian Roque, portavoz del WWU, declaró: “Hoy nos levantamos para insistir en que nuestras voces sean escuchadas y para transmitir nuestra decisión unánime de avanzar en la lucha de las trabajadoras”. Las asistentes subrayaron que las condiciones laborales en el país siguen manteniendo en la miseria a las mujeres, quienes enfrentan bajos salarios, falta de seguridad social y amenazas directas si se sindicalizan. El WWU enfatiza que la violencia en los lugares de trabajo, tanto física como económica, sigue siendo un problema estructural que afecta principalmente a las trabajadoras más vulnerables.
El movimiento sindical de mujeres en Filipinas ha intensificado sus acciones en los últimos años, denunciando políticas laborales que perpetúan la inseguridad y la desigualdad. Las organizadoras anuncian que las movilizaciones continuarán de cara al 8 de marzo, con más acciones en distintas ciudades del país.