142º aniversario de la muerte de Karl Marx

Autor de ‘El Capital’ y fundador del socialismo científico, dejó un legado que sigue inspirando a la clase obrera en todo el mundo.

Karl Marx.

El 14 de marzo de 1883, a las tres menos cuarto de la tarde, Karl Heinrich Marx, uno de los pensadores más influyentes de la historia, falleció en su sillón de Londres. Friedrich Engels, su amigo y colaborador, pronunció unas palabras ante su tumba en el cementerio de Highgate que resumían la magnitud de su pérdida: “Dejó de pensar el más grande pensador de nuestros días”. Engels subrayó que la muerte de Marx dejaba un vacío inmenso no solo para el proletariado militante de Europa y América, sino también para la ciencia histórica.

Marx, recordó Engels, “descubrió las leyes que rigen el desarrollo de la historia humana y el modo de producción capitalista”: “Así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana”, afirmó. Su teoría de la plusvalía iluminó las contradicciones del capitalismo, algo que economistas y críticos anteriores no habían logrado comprender.

Pero Marx no fue solo un científico; fue, ante todo, un revolucionario comprometido con la emancipación del proletariado. “La lucha era su elemento”, dijo Engels, destacando su incansable labor en publicaciones como la Nueva Gaceta del Renana y su papel en la creación de la Asociación Internacional de Trabajadores.

A pesar de ser “el hombre más odiado y calumniado de su tiempo”, Marx murió “venerado, querido y llorado” por millones de obreros y obreras en todo el mundo. Engels concluyó su discurso con una premonición: “Su nombre vivirá a través de los siglos, y con él su obra”. Hoy, 142 años después, el legado de Marx sigue siendo una referencia fundamental en la lucha por la justicia social y la transformación económica, recordándonos que, como él demostró, las ideas pueden cambiar el mundo.