Controversia en Serbia por el uso de un cañón de sonido en las protestas

El gobierno admite poseer un arma acústica LRAD 450XL, pero niega su uso contra manifestantes.

Protestas en Serbia.
Foto: N/D

El 15 de marzo, durante una multitudinaria manifestación en Belgrado contra la corrupción, se registró un fenómeno inusual: un fuerte sonido de origen desconocido generó pánico entre los asistentes. Según expertos en materia militar consultados por Le Monde, las imágenes captadas muestran un vehículo de la gendarmería serbia equipado con un sistema acústico de largo alcance LRAD 450XL, fabricado en Estados Unidos. Mientras manifestantes como Tibor Moldvai describieron el ruido como “ensordecedor y desorientador”, el gobierno ha negado haberlo empleado contra la multitud.

La polémica se intensificó cuando la diputada Marinika Tepić publicó imágenes de una unidad policial con un cañón acústico frente al Parlamento durante la protesta. A pesar de las reiteradas negativas oficiales, varios manifestantes reportaron efectos auditivos adversos.

El ministro del Interior, Ivica Dačić, primero negó la existencia del dispositivo en Serbia, pero posteriormente admitió que la policía posee varios modelos LRAD 450XL, aunque insistió en que “no fueron utilizados ese día”. El presidente Aleksandar Vučić calificó las acusaciones de “infundadas” y sugirió una investigación internacional para esclarecer los hechos.

Este episodio ha agudizado el descontento social en Serbia, donde la corrupción y la falta de transparencia han sido motivo de movilizaciones recurrentes tras el derrumbe de una estación de autobuses en Novi Sad.

La indignación ha llevado a una radicalización y masificación del movimiento, con protestas espontáneas en ciudades como Niš, donde manifestantes arrojaron huevos y agua contra funcionarios del gobernante Partido Progresista Serbio (SNS). Organizaciones estudiantiles han advertido que la reacción del gobierno “solo refuerza la determinación” del movimiento, mientras crecen las tensiones en el país balcánico.