El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha declarado que la relación histórica entre su país y Estados Unidos ha llegado a su fin. En una rueda de prensa realizada en Ottawa recogida por CNN, Carney destacó que la relación bilateral, que hasta ahora había estado marcada por una profunda integración económica y una estrecha cooperación militar “ya no existe”.
El mandatario subrayó que los recientes movimientos de Washington, especialmente las amenazas de aranceles elevados, obligan a Canadá a “revisar profundamente su modelo de relaciones internacionales”. Carney advirtió que, de mantenerse las nuevas tarifas impuestas por EEUU, Canadá se verá forzada a “reducir drásticamente” su dependencia de su vecino del sur.
En este sentido, el primer ministro indicó que el país “deberá diversificar sus relaciones comerciales y avanzar con rapidez hacia nuevas alianzas internacionales”, algo que, según él, “no se había contemplado con tanta urgencia en generaciones”.
“El viejo acuerdo de cooperación económica y de seguridad ya no es viable”, afirmó Carney, quien también destacó la importancia de fortalecer los lazos con otras potencias, como el Estado francés y el Reino Unido, en su primer viaje internacional como primer ministro. Sin embargo, salta a la vista la diferencia de dimensiones entre potencias.
La declaración de Carney coincide con las recientes amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien anunció un arancel del 25% sobre todos los automóviles y autopartes, incluidos los provenientes de Canadá y la Unión Europea.
Trump afirmó en su plataforma de redes sociales que las nuevas tarifas serían “una respuesta a cualquier intento de estas regiones de hacer daño económico a EEUU”. Carney calificó esta medida de “ataque directo” que vulnera el acuerdo comercial de América del Norte (T-MEC), y dejó claro que Canadá respondería “con firmeza” a las políticas de la administración Trump.