Los equipos de la Media Luna Roja Palestina han recuperado los cuerpos de 15 trabajadores humanitarios en una fosa común en Rafah, en el sur de Gaza, tras una semana de búsqueda. Según la ONU, los rescatistas fueron atacados por las fuerzas israelíes mientras trabajaban, destruyendo sus ambulancias y vehículos. Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), denunció que “los cuerpos fueron enterrados con sus uniformes y guantes, todavía en su labor de salvar vidas”.
Mientras tanto, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha endurecido las condiciones para un alto el fuego, exigiendo que “Hamas deponga las armas, exilie a sus líderes y ceda el control de la seguridad de Gaza a Israel”. También ha señalado su intención de aplicar el plan de “inmigración voluntaria” propuesto por el expresidente de EEUU Donald Trump para los habitantes de Gaza. La Resistencia Palestina ha rechazado tajantemente estos términos, calificando el desarme como una “línea roja” mientras persista la ocupación.
En paralelo, la fuerza aérea israelí ha continuado los bombardeos durante la festividad islámica de Eid al-Fitr, matando al menos a 40 personas en el último día de Ramadán en Gaza, incluidos varios niños. Además, según reportes de Al Jazeera, Netanyahu ha nombrado al ex vicealmirante Eli Sharvit como nuevo jefe del servicio de inteligencia interno Shin Bet, tras la polémica destitución de Ronen Bar.
La violencia también se ha extendido a otros frentes: EEUU ha intensificado sus ataques en Yemen, elevando el número de muertos a 59, y Líbano ha detenido a sospechosos de los recientes lanzamientos de cohetes contra los territorios palestinos ocupados por el Estado de Israel, mientras Tel Aviv sigue atacando el sur del Líbano pese a la supuesta tregua con Hezbollah.