El Consejo de Seguridad Nacional del Estado español declaró este lunes una “crisis de electricidad” tras el apagón total que, desde las 12:32 horas del lunes, afectó a toda la Península Ibérica, según anunció el presidente Pedro Sánchez en una comparecencia en La Moncloa sin turno de preguntas. La declaración de crisis, recuerda El País, obliga a notificar una “alerta temprana” a la Comisión Europea y a los países vecinos, en cumplimiento de la directiva 2019/41 de la UE. El apagón provocó una pérdida súbita de 15 gigavatios de potencia, equivalente al 60% de la demanda eléctrica en ese momento.
Según el Plan de Preparación frente a las Crisis de Electricidad en España, gestionado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las crisis se clasifican desde insignificantes hasta desastrosas en función de la energía no suministrada (ENS) y la duración de la incidencia.
Aunque todavía no se ha clasificado oficialmente el suceso, El País señala que este corte sería “el más grave registrado hasta la fecha”. Entre los escenarios previstos en el plan figuran ciberataques, fenómenos meteorológicos extremos o fallos técnicos, aunque, de momento, no se ha confirmado la causa del apagón.
El Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Dirección General de Política Energética y Minas, coordina la gestión de la crisis en colaboración con Red Eléctrica (Redeia) y otros organismos, conforme al procedimiento previsto en el plan, según El País.
Además, el Ejecutivo puede movilizar servicios de emergencia, salud, fuerzas policiales y técnicos para garantizar el restablecimiento del suministro y la atención a los afectados. Una vez superada la crisis, Moncloa deberá elaborar un informe que detalle las causas del apagón, las medidas adoptadas y propuestas para evitar futuros incidentes.
