El 25 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación acogió en Madrid la reunión internacional Madrid+, con la participación de 20 países junto a representantes de la Unión Europea, la Liga Árabe y la Organización de la Conferencia Islámica.
Según informa Europa Press, el encuentro buscó impulsar “una posición común para poner fin a la guerra en Gaza”, “levantar el bloqueo humanitario” y “avanzar hacia una solución política al conflicto basada en la creación de un Estado palestino”.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, afirmó que “el único interés es parar esta guerra injusta, cruel, inhumana de Israel en Gaza, romper el bloqueo de ayuda humanitaria y avanzar definitivamente hacia la solución de dos Estados”.
Entre los asistentes estuvieron el Estado francés, Alemania, Reino Unido, Noruega, Brasil, Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Qatar, además del primer ministro palestino Mohamed Mustafá. Todos coincidieron en que “la paz solo será posible reconociendo los derechos de ambos pueblos”.
“El pueblo palestino no tiene por qué estar condenado eternamente a ser un pueblo de refugiados”, declaró Albares. Espen Barth Eide, ministro de Exteriores de Noruega, aseguró: “Todos creemos que mientras el esfuerzo inmediato tiene que ser parar la guerra y garantizar el acceso humanitario, también tenemos que poner fin al conflicto”.
El Estado español, Irlanda y Noruega ya han reconocido formalmente a Palestina; otros países, como Alemania, subrayaron “la urgencia de aplicar una solución que garantice la seguridad de israelíes y palestinos.”
Madrid propuso una “estrategia” en dos fases: “medidas inmediatas como el levantamiento del bloqueo y ayuda masiva gestionada por Naciones Unidas”, y “la reactivación del proceso político hacia una solución de dos Estados”.
Albares sostuvo que “cada vez más todos los países se convencen de lo que España está convencida desde hace mucho tiempo: no hay alternativa a la solución de dos Estados”, y rechazó verbalmente “cualquier escenario de deportaciones o modelos segregacionistas”.
La reunión consolidó una alianza amplia, con países que no reconocen a Palestina y otros que no reconocen a Israel, en una iniciativa que “busca ampliar apoyos internacionales para un acuerdo duradero y multilateral”.