La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha rebajado dos décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del Estado español en 2025, hasta el 2,4%, y ha instado a las autoridades a acometer una reforma fiscal que incluya la ampliación de la base del IVA y un aumento de los impuestos medioambientales.
Según recoge su informe económico publicado el 2 de junio, esta estrategia permitiría “apoyar los esfuerzos de consolidación y crear espacio para el crecimiento”. La organización prevé que el déficit público se reduzca al 2,3% del PIB en 2026, y que la deuda descienda hasta el 99,3% en 2025 y por debajo del 100% en 2026. Estas correcciones estarían impulsadas por el supuesto “crecimiento económico”, más que por el ajuste en ingresos o gasto.
El informe recuerda que “es esencial proseguir la consolidación de las cuentas públicas” para cumplir con las reglas fiscales de la Unión Europea y abordar el envejecimiento de la población y la “transición ecológica”.
Entre las medidas recomendadas, la OCDE propone reducir el número de productos sujetos a tipos reducidos del IVA (10%) y superreducidos (4%), algo ya solicitado por la Comisión Europea, así como avanzar en la “fiscalidad ambiental”, incluyendo la posibilidad de peajes en carretera o impuestos sobre carburantes, medidas vinculadas a futuros desembolsos de los fondos europeos del Plan de Recuperación.
A nivel macroeconómico, estima que el “crecimiento” vendrá impulsado por la demanda interna, con cierta recuperación del consumo y la inversión impulsado por menores costes financieros y el despliegue de proyectos del plan de recuperación. No obstante, anticipa una ralentización de las exportaciones por la débil demanda exterior y los nuevos aranceles de Estados Unidos a productos europeos.
El Gobierno español, por su parte, ha destacado que “España volverá a ser la economía desarrollada que más crezca en 2025”, con tasas superiores a las de Alemania, el Estado francés e Italia, aunque por debajo del 2,9% previsto como media de la OCDE.
Según fuentes del Ministerio de Economía, el “crecimiento” estará respaldado por “el consumo privado, la creación de empleo y el dinamismo de la inversión”.
En cuanto a la inflación, el organismo prevé que se sitúe en el 2,4% en 2024 y baje al 1,9% en 2025, con una subyacente del 2,3% y 2% respectivamente.
La tasa de paro se estima en el 10,7% este año y el 10,1% el próximo. La OCDE advierte de riesgos a la baja, entre ellos “la escalada de tensiones geopolíticas y comerciales”, el endurecimiento de la política monetaria en la zona euro y el efecto de nuevos aranceles estadounidenses sobre sectores como automoción, acero o agroalimentario.