La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha solicitado a sus Estados miembros europeos que multipliquen por cinco sus capacidades de defensa aérea terrestre, según informaron a Bloomberg personas conocedoras de las negociaciones.
La propuesta, que será debatida en la próxima reunión de ministros de Defensa en Bruselas, responde a la identificación de “una brecha relevante en la protección frente a ataques con misiles, drones y aeronaves avanzadas”.
El objetivo de incremento sería colectivo para los países europeos de la Alianza, aunque los niveles previstos para cada Estado miembro podrían variar. Por el momento, no se ha concretado una fecha para la puesta en marcha de esta iniciativa.
Fuentes diplomáticas consultadas por Bloomberg explican que los ministros de Defensa de la OTAN tienen previsto aprobar esta semana uno de los compromisos más ambiciosos en materia de reservas de armamento desde la Guerra Fría.
Esta medida se enmarca en los planes de los países europeos y Canadá por fortalecer sus capacidades militares y reducir la dependencia de los sistemas militares estadounidenses. La reunión en Bruselas servirá de preparación para la cumbre de líderes que se celebrará en La Haya los días 24 y 25 de junio.
“Preparación total para la guerra”
El refuerzo de la defensa aérea terrestre forma parte de una estrategia más amplia para aumentar el gasto militar en la Alianza. Según recuerda Bloomberg, los Estados miembros debaten la posibilidad de destinar hasta el 5% de su producto interior bruto al gasto militar, incluyendo partidas para infraestructuras, ciberdefensa y “preparación civil”.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, declaró recientemente: “No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz. Debemos seguir reforzando nuestra disuasión y nuestra defensa, lo que significa orientarnos hacia una preparación total para la guerra”.
La OTAN reconoce que en las últimas décadas se redujeron los sistemas de defensa aérea terrestre, mientras la atención se desplazaba a otras regiones, pero la situación ha cambiado tras la guerra a gran escala en Ucrania iniciada en 2022 y el aumento de la preocupación por la “seguridad” en el flanco oriental de la Alianza.